Por tradición,
y quizá en mucho influenciados por la cultura del espectáculo
que, según Guy Debord, consumimos principalmente con el sentido
de la vista, los arquitectos privilegiamos a la imagen visual sobre
otras ya que, ciertamente, nos sugiere mil palabras; sin embargo, la
palabra en sí misma, sobre todo aquella palabra poética
que hace referencia a los espacios que habita el ser humano, es capaz
de evocar y aún de habitar imaginariamente, un sinfín
de imágenes; y no únicamente las visuales, sino también,
y quizá principalmente, otras que nos otorgan confirman y enriquecen
nuestro imaginario de pertenencia e identidad. Cualquiera de los poemas
en las compilaciones que presentamos aquí enciende una luz diferente
en el conocimiento y comprensión de lo cualitativo en los espacios
que habitamos los seres humanos y por ende de las pautas esenciales
de diseño de esos espacios.
En otra idea, una sinfonía, que bien podría sugerirse
desde su partitura, una pintura en su fotografía y la misma arquitectura
en su representación gráfica o descripción técnica,
nada de todo esto nos acerca tanto a la propia realidad de la obra de
arte como la imagen poética. Esta, nos dice Gastón Bachelard,
"posee un ser propio, procede de una ontología directa".
En efecto, la Poesía, o palabra erguida, como la define Octavio
Paz, conlleva una comprensión más completa de la propia
realidad de la obra de arte.
En un par de ejemplos de lo anterior sugerimos leer el hermoso poema
de Pablo Neruda, A la Sebastiana de plenos poderes (1962),
en el que se nos regala un espléndido ramillete de imágenes
y momentos que acontecen durante el proceso constructivo de una de las
casas que él poeta mismo edificó. Otro poema, "Mañana
errabunda" , muestra cómo el jalisciense Francisco
González León hace presentes invaluables imágenes
de la pertenencia e identidad comunitaria.
Aunado a lo anterior y, más allá de "leer" a
la arquitectura en las palabras de los poetas, Martin Heidegger nos
dice que "todo arte es en esencia poesía" y Octavio
Paz afirma que "las diferencias entre el idioma hablado o escrito
y los otros -plásticos, musicales o arquitectónicos- son
muy profundas, pero no tanto que nos hagan olvidar que todos son, esencialmente,
lenguajes: sistemas expresivos dotados de poder significativo y comunicativo.
Es más fácil traducir los poemas aztecas a sus equivalentes
arquitectónicos y escultóricos que a la lengua español.
(...) el lenguaje de Primero Sueño de Sor Juana Inés de
la Cruz, no es muy distinto al del Sagrario Metropolitano de la Ciudad
de México. Así, las palabras del poeta son o serán,
las voces vivas de su comunidad."
Así, es posible considerar que cada proyecto arquitectónico
sea equivalente a escribir un poema, que va madurando, poco a poco,
y que en ello nos demanda y nos devuelve el oficio de arquitectos. Si
un poema es "palabra erguida", es decir, palabra tocada por
la Poesía, una obra de arquitectura debe ser construcción
también tocada por la Poesía.
En
la aventura de confirmar estas hipótesis, los poetas nos plantean
un marco teórico infinito, pero, es indispensable también
considerar que... "los poemas no son [afortunadamente] productos
susceptibles de intercambio mercantil; el esfuerzo que se gasta en su
creación no puede reducirse al valor actual del trabajo. De ahí
que el oficio de poeta, -arquitecto, escultor o músico- demande
la entrega a lo que él llama la "otredad", que no es
mercancía o utilitariamente cuantificable, pero que sin ella,
la obra no es arte".
Desarrollar el proyecto
"Arquitectura en la Poesía" es una fascinante aventura
académica que abre nuevos y viejos caminos de liberación
para la Arquitectura. El hallazgo, lectura y relectura de cada verso
es una sorprendente fusión con la pluma del poeta y sobre todo
con mucho de lo esencial y correspondiente en la arquitectura.
El trabajo concreto de esta compilación comenzó hacia
1998 (como uno de los proyectos de investigación experimental
de la tesis doctoral: Arquitectura y Humanidades), el impulsor inicial
fue considerar a las Humanidades como fuente esencial en la formación
del arquitecto y a la Poesía como un crisol del saber humano.
Se invitó a colaborar, en el marco de la gratuidad académica,
a compilar de manera empírica poemas que hacen referencia a la
arquitectura. Todos
los colaboradores en este proyecto, los poetas mismos, y quizá
principalmente la curiosidad de nuestros lectores, hacen posible el
compartir a la comunidad de arquitectos esta colección de imágenes
poéticas de los espacios que habita, ensueña y anhela
todo ser humano. El objetivo central y esencial de este proyecto académico,
nunca acabado, es reencontrar nuevas pautas para el diseño arquitectónico
y con ello reinstaurar una esencial razón de ser arquitectos:
habitar poéticamente la Tierra, en primera persona del
plural.
Dra. en Arq. María Elena Hernández Álvarez
mehernandez@architecthum.edu.mx
Ciudad Universitaria, México, D.F., febrero de
2007