GEORG HEYM

Nació en Silesia en 1887 y se doctoró en leyes por la Universidad de Berlín en 1911, cuando ya parte de su obra había aparecido en forma de un primer libro, Der ewige Tag (El día eterno). Murió, mientras patinaba en un lago de Berlín, en 1912, año en que apareció, a título póstumo, su libro Umbra vitae. Su mundo es un universo de visiones donde lo demoníaco se mezcla con el horror de la muerte, en forma de suicidas (Ofelia), ajusticiamientos (Robespierre o Capet) o de catástrofe bélica, como ocurre en un magistral poema, Der Krieg (La guerra), premonición de una catástrofe que no llegó a sufrir en carne propia. Directamente influido por Rimbaud, la poesía de Heym cultiva la violencia expresiva, renunciando a la musicalidad trakliana o a la exultación de Stadler de una manera sistemática. Sin embargo, frente a ellos, prefiere el corsé de un estrofismo clásico al verso libre, lo que, paradójicamente, multiplica la tensión interna de sus poemas, al traslucir en ellos una fuerza reprimida siempre a punto de estallar.

EL DIOS DE LA CIUDAD

 

 


Poemario Arquitectura y Humanidades