LA CASITA

 

¿Qué de dónde amigo vengo? De una casita que tengo
más abajo del trigal; de una casita chiquita,
para una mujer bonita, que me quera acompañar.

Tiene en el frente unas parras, donde cantan las cigarras
y se hace polvito el sol; un portal hay en el frente,
en el jardín una fuente, y en la fuente un caracol.

Yedras la tienen cubiertas, y un jazmín hay en la huerta
que las bardas ya cubrió; en el portal una hamaca,
en el corral una vaca, y adentro mi perro y yo.

Bajo un ramo que la tupe, la Virgen de Guadalupe
está me cuida si duermo, me vela si estoy enfermo,
y me ayuda a cosechar.

Más adentro está la cama, muy olorosa a retama,
limpiecita como úste; tengo también un armario,
un espejo y un canario, que en la feria me merqué.

Pues con todo y que es bonita, que es muy chula mi casita,
siento al verla no sé qué; me he metido en la cabeza
que hay aquí mucha tristeza, creo que porque falta usté.

Me hace falta allí una cosa, muy chiquita y muy graciosa
más o menos como usted; pa’ que le cante al canario,
eche ropa en el armario y aprenda lo que yo sé.

Si usted quiere la convido, a que visite ese nido que hay
abajo del trigal; le echo la silla a “Lucero”,
que nos llevará ligero, hasta en medio del jacal.

Y si la noche nos coge y hay tormenta que nos moje
tenga usted confianza en Dios, que en casa chica y extraña;
no nos faltará la maña, pa’ vivir allí los dos.

 

Anterior

Poemario Arquitectura y Humanidades
Siguiente