El Capitel

Igual que de entre las quimeras de un sueño,
irguiéndose sobre desconcertantes torturas,
se alza el nuevo día: asi salen los nervios
de la bóveda desde el confuso capitel

y dejan dentro, apretadas y enigmáticamente
enredadas, criaturas que baten las alas;
su vacilación y la brusquedad de las cabezas
y aquellas fuertes hojas cuya savia se eleva

como estallido de cólera, volcándose al final
en un gesto rápido, que se apelotona
y se mantiene afuera... todo corriendo hacia arriba,

lo que una y otra vez vuelve a caer con la tiniebla,
frío, trayendo, como la lluvia, preocupaciones
para mantener este antiguo crecimiento.

 

Anterior

Reiene Maria R.
Poemario Arquitectura y Humanidades
Siguiente