Teotihuacán

Idos los hacedores de soles y de lunas
los constructores de templo y de tumbas
desvanecidos los dioses en los cerros
y perdidos lo hombres en la noche
por la desierta calle sólo vaga un peroo hambriento
con toda el hambre de la historia en sus entrañas
y todas las puertas cerradas a su paso
¿Quién siguiéndolo por la Calzada de los Muertos
atravesando los espectros que flotan en la tarde
entre serpientes mariposas y pájaros
al penetrar el espacio de la ciudad fantasma
no ha de llegar por siempre al destino del hombre?

Aquí donde se cosntruyó una y otra vez
el templo sobre el templo y el hombre sobre sus cenizas
aquí en el poniente extremo
donde se precipitaron juntos sacerdotes y edades
y donde el quinto Sol se ha de hundir en la noche terrestre
brilla todavía nuestro sol cotidiano

Muertos los dioses y deshechas sus obras
los siglos al final se hacen palabras
ruinas mordidas por la luz y el viento
y el hombre en su agonía no sabe
hacia dónde reclinar la cabeza
ni con qué voces dirigirse a la muerte
mientras por el valle desolado sólo pasa
el más inasible de los dioses del aire

 

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