Pórtico
Bajo el pórtico
de piedra esculpida
al sol entre claridad y sombra,
casi sereno. Pensando con alivio: esto permanecerá aquí
mientras, tan frágil, desaparezca el cuerpo
y de pronto no haya nadie.
palpando la porosidad del muro. Asombrado,
porque mi propio declina acepto tranquilo
aunque no debiera. ¿Qué hay entre tú y yo, tierra?
¿Qué tengo en común con tus paredes, donde las
bestias taciturnas
pastaban antes del diluvio, sin levantar las cabezas?
¿Qué tengo en común con tu irrevocable renacer?
¿De dónde, pues, esta benévola melancolía?
¿Acaso porque es inútil la ira?
1976