ESTANCIAS

Este es el muro, y en la ventana
que tiene un marco de enredadera,
dejé mis versos una mañana;
una mañana de primavera.

Dejé mis versos en que decía
con frase ingenua cuitas de amores;
dejé mis versos que al otra día
su blanca mano pagó con flores.

Este es el huerto, y en la arboleda,
en el recodo de aquel sendero,
ella me dijo con voz muy queda:
"Tú no comprendes lo que te quiero".

Junto a las tapias de aquel molino,
bajo la sombra de aquellas vides,
cuando el carruaje tomó el camino,
gritó llorando: "¡Que no me olvides!"

Todo es lo mismo: ventana y yedra,
sitios umbrosos, fresco emparrado
gala de un muro de tosca piedra;
y aunque es lo mismo, todo ha cambiado.

No hay en la casa seres queridos;
entre las ramas hay otras flores;
hay nuevas hojas y nuevos nidos,
y en nuestras almas nuevos amores.


Francisco de Asis de Icaza

 

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Poemario Arquitectura y Humanidades