La casa tiene tal obviedad en la vida cotidiana que no percibimos su génesis y su vital trascendencia ya que ella es -choza o castillo-, como nos lo dice Gastón Bachelard, el primer espacio al que llegamos en este mundo tangible.
La casa es nuestro segundo vientre, es también nuestra primera segunda piel, en la casa es en donde, en términos heideggerianos, somos como habitamos.
En este volumen de la Colección Arquitectura y Humanidades, los autores nos acercan a reflexionar no sólo sobre la génesis y cualidades de la casa, también nos dan a conocer ejemplos de casas que la historia ha validado y que nos invitan a comprender lo que sucede cuando una casa se concibe desde su propio contexto geo socio histórico y cultural, aportando con ello importantes nociones teóricas sobre lo que es albergar y cobijar al ser humano en su esencia.
Pero además de lo anterior, aquí se nos habla también de algunas de las atrocidades que cometen a sus ocupantes los propios espacios domésticos contemporáneos los cuales no consideran al ser humano como esencia sino que, en la creciente e imparable cultura urbana contemporánea, se privilegia al espectáculo o a la economía como principales pautas de diseño.
Como consecuencia de esto, la persona se ve “alojada o subordinada a cubitos mínimos o inhóspitos” que, sin lugar a dudas, son causa de severos problemas sociales.
Los autores de los textos en este volumen proponen una seria reflexión sobre La Casa, y más aún, ciertas estrategias académicas para que la comprensión y el compromiso del arquitecto, hacia y con el diseño de lo habitable doméstico, sean prioritarios en su formación.