Arquitectura y Humanidades
Propuesta académica

Recomendaciones para la presentación de artículos y/o ensayos.


Poética arquitectónica I

Introducción

Hubo un momento en la historia del arte en el cual la poesía se encontró de pronto en un lugar privilegiado, por encima de sus hermanas y fue el modelo ansiado y perseguido. Entonces, hubo un afán de alcanzar lo poético en un cuadro pictórico, en una sinfonía musical o en un monumento escultórico. La arquitectura también se procuró de la poesía y se llenó de metáforas visuales que pronto fueron mutando hasta convertirse en únicamente metáforas, donde la palabra y lo construido se justificaban mutuamente, complementándose. No bastó ya que lo construido pareciese algo o hiciere referencia visual a otra cosa, conocida o fantasiosa; no bastó la imagen visual, sensible. Lo que importó fue el efecto de lo construido en el ánimo del habitante, ya no en lo que se percibe por la vista, si no por el intelecto y el espíritu. Pero, si la arquitectura se percibe mayormente por los ojos, ¿cómo percibir y hacer visible aquello que no ven los ojos? Con la poesía. Partiendo de esta premisa, algunos arquitectos le arrebataron a las palabras el significado que las piedras callan y las usaron para proclamar lo poético de lo que está construido y de lo que está por construirse. Con la poesía allanaron el camino y muy pronto la arquitectura se vio a sí misma recitando y conmoviendo al habitante.

Federico Martínez Reyes