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La voluntad creativa en la arquitectura deconstructivista
José Luis Lizárraga Valdez
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"…Así como los antiguos tomaban su inspiración de los elementos del mundo natural,
también nosotros (material y espiritualmente artificiales)
debemos hallar la nuestra en el nuevo mundo mecánico que hemos creado;
la arquitectura debe ser la expresión más hermosa de ese mundo,
la síntesis más cabal, la más eficaz integración artística"
Sant'Elia en el Messaggio (*)Descubrir cada uno su propia voluntad de ser, es el objetivo base de este trabajo que se fundamenta a partir de la oración - célebre para un servidor - "Se ha podido todo lo que se ha querido, y lo que no se ha podido es porque no estaba en la dirección de la voluntad artística" [1]. En el presente ensayo se expone cuál es el origen de una voluntad, caracterizada por describir el espíritu y la ciencia que intervienen en nuestro tiempo. El espíritu por lo sublime -hacer sentir- y la ciencia por lo terrenal -hacer reflexionar-. Conocer o ser consciente del origen de la voluntad artística, que interviene en cada una de las bellas artes, y en especial en la arquitectura, es el de tratar de encontrar el porqué de su contenido en lo objetivo y principalmente en lo subjetivo, a través de su forma y esencia. A la oración de Worringer anteriormente citada, lo complemento con la siguiente deducción, que trata sobre la existencia en la arquitectura de una voluntad de ser, de las que se derivan otras voluntades como la contenida, la compositiva, la expresiva y la material [2]. El movimiento arquitectónico deconstructivista es el objeto de análisis al que se hacen aplicar estas actitudes, y concluyo en una apreciación vista desde el campo de las Humanidades.
Descrita la estructura y entonación de las presentes líneas, inicio describiendo lo siguiente: En el hombre existen diversos tipos de voluntades, como, por ejemplo, la voluntad de hablar, de compartir, de conocer, de pensar, de concebir, de vivir, etc. que nos llevan a un desarrollo personal y profesional. Son la voluntad de conocer, pensar y concebir, las que abren una amplia visión de conocimiento y por consecuencia, el hombre se adentra al campo del arte, en donde éste o la obra artística, es un sentimiento expresado e iluminado bajo la luz de su creador, un objeto artificial, que evoca expresión subjetiva, que se manifiesta a través de formas, y es en estas formas donde se encuentra impresa la sensibilidad del progenitor.
Se puede apreciar en la pintura, escultura, música, danza, teatro, cine y arquitectura, siendo en esta última -la de mayor interés para nosotros- en donde el desarrollo de la misma, a través del tiempo, nos inquieta y satisface al tratar de penetrar profundamente en ella. Por lo tanto, acudo a la siguiente referencia: "Nunca conseguiremos apropiarnos de las modalidades internas de las épocas pasadas hasta el punto de pensar con su espíritu y sentir con su alma." [3] Referencia que estimula a ejercer la intuición, así es, esta peculiar característica del ser humano que acompañada del razonamiento lo hace diferente al instinto que poseen los animales. Es por ello, que en este momento es posible apropiarme de las modalidades artísticas internas de nuestra época, en la que deambula nuestro espíritu y alma. Ahora, una característica que encuentro en la arquitectura, se puede describir por medio de lo siguiente: "Las obras tienen una Voluntad de Ser: son materia con la impronta voz que las anima. Corresponde entonces al arquitecto aprender a "oír" dichas voces" [4]. De esta cita, se derivan lo siguiente: una voluntad contenida, una voluntad compositiva, una voluntad expresiva y una voluntad material. A continuación, pasaré a analizar las características de estas voces o actitudes aplicándolas de la siguiente manera:
Voluntad de ser
Aquí se evoca la visión que da origen al sentimiento de creación. Los discursos arquitectónicos europeos de principios de siglo, así como el desarrollo de la máquina, las ideas paradigmáticas de los futuristas italianos -pasión por las innovaciones técnicas y fe en el futuro-, junto con el cubismo francés, -descomponer para volver a componer- dan la base que sustenta la concepción del Constructivismo -más geometría, más técnica, una ingeniería en el arte-. Los nuevos materiales industriales y la máquina, iban conteniendo en sí una belleza espacial propia.
Antes de continuar aclaro lo siguiente: Hoy en día conocemos esta tendencia como Deconstructivismo, que resplandeció a principios de los años 80´s y tomó los conceptos formales y teóricos mencionados del movimiento ruso, y para diferenciarse de las obras actuales se le antepuso la palabra "De". También quiero mencionar las líneas que se han derivado de esta tendencia arquitectónica, de acuerdo a las obras y a sus creadores contemporáneos, dichas son: las que basan su obra en los conceptos de los rusos, los que toman una línea filosófica y los que toman una línea escultórica.
Voluntad contenida
En la presente se evoca una visión, que da origen a una manifestación cultural: Aquí se ponen en conexión los aspectos dinámicos y de provisionalidad que dan las máquinas a los lugares ampliamente desarrollados, vistos desde la ingeniería arquitectónica. Los nuevos medios de comunicación se van multiplicando en estas ciudades, en donde las características de la novedad y la invención se va mezclando en el desarrollo social y, por lo tanto, en el auge económico que abre la concepción a la cosmovisión cultural. En la nueva cultura se aprecia una distorsión en todo el ámbito artístico. El artista sigue teniendo la capacidad de aproximarse a la realidad concreta y de integrar aquello que palpita en la calle, como se explica aquí: "Cada obra en cambio es singular, mantiene… una relación única e instrumental con el contexto, con el usuario o con las arquitecturas preexistentes. En general (son) obras;… concebidas como expresión del subconsciente, hechas a base de superposiciones o configuradas a partir de la agregación de diversos fragmentos" [5].
Voluntad compositiva
En esta voluntad se evocan las cualidades de la composición: se entiende como una composición abstracta, cuyo carácter denominador es la línea, base en que se condensa la fuerza física y lírica, especialmente en las diagonales y la espiral. Se aboga por el edificio desnudo, por la pureza inherente a las formas elementales, es decir, se "llega a la utilización de formas simples en conflicto, produciendo una geometría inestable e intranquila. Proporcionan una arquitectura de ruptura, dislocación, deflexión, desviación y distorsión. Un proyecto deconstructivo presenta una habilidad para alterar ideas sobre la forma, es decir: una sensibilidad diferente, en la que el sueño de la forma ha sido alterado, la forma se ha contaminado, el sueño se ha convertido en una especie de pesadilla" [6].
Se "deja todas las formas puras de la tradición arquitectónica e identifica los síntomas de una impureza reprimida, la impureza la hace manifiesta por medio de una mezcla de suave convencimiento y violenta apariencia de tortura. En el diseño no existe un sólo eje de jerarquía de formas sino un nido de ejes y formas en competencia y en conflicto; es como si la perfección siempre hubiese contenido a la imperfección, la perfección es en secreto monstruosa, torturada desde dentro, la forma aparente perfecta confiesa su crimen, su imperfección. La forma ya no tiene relación estructural pareciendo producto de una explosión" [7].
Voluntad expresiva
Aquí se alude al respeto de las acciones anteriores, y al producto final: Parece ser que se da una representación escénica en cada obra, como un capítulo de la fantasía de cada autor. El artista contribuye o tiende a hacer más elevadas las necesidades físicas e intelectuales de la sociedad en su conjunto, es por ello que: "Buscan una forma espectacular ostentosa que exprese su oposición a las normas de construcción y ornamentación, sin tener el cumplimiento de las exigencias funcionales" [8].
Voluntad material
En esta voluntad se evoca a los materiales. En estas intervenciones singulares se hace una utilización tecnológica avanzada y sofisticada, teniendo una aplicación respetuosa hacia la expresiva apariencia natural del material. Se renuncia, en principio, a la producción en serie y a la industrialización radical. Descritas las actitudes, con la estructura que propongo aquí, doy por entendido los conceptos, para así acudir de nuevo a la cita de Worringer: "Se ha podido todo lo que se ha querido, y lo que no se ha podido es porque no estaba en la dirección de la voluntad artística".
Entonces, si "el humanismo busca la dignidad del hombre" y "descubre al hombre como esencialmente hombre". Por lo tanto, el humanismo "pone en relieve algún ideal humano" [9]. Esta cita que puntualizo, abre la mirada hacia la espiritualidad del hombre, como Worringer por su cuenta alude: "Por sentimiento vital entiendo el estado psíquico en que la humanidad se encuentra en cada caso frente al cosmos, frente a los fenómenos del mundo exterior, este estado se manifiesta en la calidad de las necesidades psíquicas, esto es, en la constitución de la voluntad artística absoluta, y tiene su expresión externa en la obra de arte, es decir, en el estilo de esta, cuya peculiaridad es precisamente la peculiaridad de las necesidades psíquicas" [10].
Este movimiento artístico acepta la ausencia del lugar y sus significados contextuales humanos. Tiene como atractivo lo caótico, que encaja excelentemente con las grandes ciudades, con características de mestizaje, densidad, caracteres laberínticos y contradictorios.
Con estas definiciones claras y crudas el humanismo como "búsqueda de la dignidad del hombre" queda pisoteado, y humillada la nostalgia hacia el pasado cultural histórico y sus valores. Estos pensamientos sobre la percepción del arte que encajan con la modernidad de nuestros días, caben en otro de los campos del humanismo al puntualizar: el humanismo pone en relieve algún ideal humano.
Y los ideales de esta tendencia artística, es el depositar la confianza en los materiales o piezas de ensamblaje para edificar, que la ciencia y la tecnología ofrecen, dadas por la sabiduría e inteligencia proporcionada por el momento de hoy, momento mismo que da la espiritualidad, en esta presente dimensión. Me auxilio para concluir con las siguientes deducciones:- "Algunos pueblos se pierden en sus pensamientos; pero para nosotros los griegos, todas las cosas son formas" [11].
- "… la arquitectura de la ciudad e opone sencillamente a la vida" [12].
- Ahora, retomo las dos palabras esenciales en esta exposición: espiritualidad y ciencia.
- Los hechos arquitectónicos modernos muestran una tendencia de acrecentada valoración de la ciencia, por lo que se ha descuidado el espíritu, cayendo en la deshumanización.
- El futurismo paradigmático, incongruente o no, hacen pensar en el desarrollo del hombre que se vislumbra sumergido en máquinas, donde la técnica-tecnología es visible, sin su uso y dominio quedas relegado en otro contexto, y tu ser, acompañado de tus sentimientos tienen menor validez.
- La robotización humana poco a poco se va dando, de manera que programa su tiempo, emociones y sentimientos.
- El autoconocimiento perfila su apoyo en el exterior, con ello obviamente conoces y tomas como instrumento la tecnología. El paradigma es quieras o no, te guste o no; tienes que aprender la técnica y para ello hay expertos en todos los campos específicos de aplicación.Pero ¿dónde hay expertos en la enseñanza, de cómo obtener el desarrollo de tu espiritualidad, de tu mística propia, de tu propia voluntad de ser? Para poder placenteramente decir: "He podido todo lo que he querido, y lo que no, es porque no estaba en mi voluntad de ser"
Hay que descubrir cada uno, cada quién, su propia voluntad de ser, porque una finalidad más de este ensayo es que conozcas, tomes tu postura de expresión, es decir, hay que hacernos conscientes y responsables de nosotros mismos, de nuestros actos, educarnos para educar, primero espiritualmente, como persona, después explorar el exterior: todas las manifestaciones que cada día aporta la humanidad a un mundo global, pero no descuidando tu esencia, tu ser.
Notas
Ra "Revista de Arquitectura", Iconografía del constructivismo ruso, febrero 1997, No. 1, pp. 5-12.
1. Worringer, "La esencia del Gótico", Buenos Aires: Ediciones Nueva Visión, 1973, p.9.
2. Ramírez Ponce, "Apuntes del Seminario: Teóricos mexicanos", UNAM.
3. Worringer, op. cit., p. 9.
4. Ramírez, op. cit.
5. Montaner, J. "Después del movimiento moderno", Barcelona: G. Gili, 1993, pp. 216-217.
6. Johnson P. Wigley M., "Arquitectura deconstructivista", Cambridge: MA, 1972, pp. 10-20.
7. Johnson, op. cit, p.10.
8. Gympel, "Historia de la Arquitectura de la antigüedad a nuestros días", Barcelona: Könemann, 1996.
9. Hernández A., "Antología: Arquitectura y Humanidades, algunas características y consideraciones del humanismo", UNAM, p.11.
10. Worringer, op. cit., p. 45.
11. Valery P. "Eupalinos o el Arquitecto", París: Gallimard, 1923, p. 41.
12. Fernández A. "La metrópoli vacía", Barcelona: Anthropos, 1990, p. 30.
Imágenes y fotografías: Cortesía del autor.
Bibliografía
Fernández A. "La metrópoli vacía", Barcelona: Anthropos, 1990.
Gympel, "Historia de la Arquitectura de la antigüedad a nuestros días", Barcelona: Könemann, 1996.
Hernández A., "Antología: Arquitectura y Humanidades, algunas características y consideraciones del humanismo", UNAM.
Johnson P. Wigley M., "Arquitectura deconstructivista", Cambridge: MA, 1972.
Montaner, J. "Después del movimiento moderno", Barcelona: G. Gili, 1993.
Ramírez Ponce, "Apuntes del Seminario: Teóricos mexicanos", UNAM.
Ra "Revista de Arquitectura", Iconografía del constructivismo ruso, febrero 1997, No. 1.
Valery P. "Eupalinos o el Arquitecto", París: Gallimard, 1923.
Worringer, "La esencia del Gótico", Buenos Aires: Ediciones Nueva Visión, 1973.