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Arquitectura mediática y la poética
Víctor Manuel Rivera Sánchez
Hoy en día vivimos en una civilización del espectáculo, como nos dice el escritor peruano Mario Vargas Llosa, "la creciente banalización del arte, la literatura, son un mal que aqueja a nuestra sociedad" (Vargas, 2012) y en esta banalización podríamos incluir a la arquitectura. Los aspectos mediáticos triunfan sobre la razón, es muy común que veamos en revistas de arquitectura anunciado un nuevo edificio en "x" ciudad, diseñado por el "arqui-star" de moda, donde nos mencionan que por el simple hecho de que él lo desarrollará, va a generar que dicha ciudad se convierta en el nuevo icono del turismo, gracias a un edificio que aún no existe y sin embargo todo mundo está volteando a ver dicho lugar. El teórico de la arquitectura, el británico Neil Leach, nos dice en su libro la an-estética de la arquitectura, "la imagen en si misma se convierte en una nueva realidad lo cual nos lleva a una hiper-realidad, en un mundo donde lo imaginario pasa a ser "real", ya no hay lugar para lo real." (Leach, 2001: 18), es a partir de esto que podemos plantear que hemos dejado de lado, lo que realmente es la arquitectura y la hemos convertido en un espectáculo mediático, lo que importa hoy en día es el desarrollar el proyecto más espectacular, para lograr el mayor número de likes, ya no importa si existe o no, si quien lo habita realmente logra tener en él su hábitat.
En la actualidad en mayor o menor medida la arquitectura y espacio público han perdido significado, han sucumbido ante el poder de la imagen y las marcas, tal como lo menciona Neil Leach, "el objeto como imagen se vacía de su significado, todo es imagen y se valora por su apariencia y su estética. El mundo se ha estetizado" (Leach, 2001: 20), lo que nos lleva a pensar que la finalidad de la arquitectura se ha perdido, ya no tiene un fin utilitario, estamos contradiciendo lo expresado por el filósofo alemán Nicolai Hartmann, la arquitectura tiene un fin utilitario no solo expresivo, "la arquitectura está sujeta al fin extraestético, de manera tan amplia que la falta de tal fin la cancelaría. Una arquitectura que no construyera algo que sirviera a la vida, sería puro juego vacío" (Hartmann, 1977:147), es a partir de esto que expresa Hartmann, que podemos afirmar que la arquitectura en la actualidad es un puro juego vacío, que no representa nada real, sólo aspectos fuera de ésta realidad, sólo son elementos ilusorios que nos hacen creer que la apariencia del edificio lo hará habitable y confortable, hemos llegado a una irrealidad en la arquitectura, la cual se asemeja a los productos milagro, "toma esta pastilla, y todos tus males se solucionarán".
Este mal de la imagen que aqueja nuestros días, ha provocado que se pierda el verdadero sentido del diseño arquitectónico, en la actualidad no diseñamos, sólo proyectamos formas geométricas, imágenes estetizadas con la finalidad de lograr mayor número de likes, esto, debido a la influencia que tenemos de los medios masivos de comunicación, es claro que, como dice el filósofo alemán Nicolai Hartmann, "El arquitecto medio no es artista. Sólo puede construir como "se construye", es decir, caer dentro del estilo de la época" (Hartmann, 1977: 149), es a partir de esta afirmación de Hartmann, que podemos deducir que el estilo de esta época es la mediatización y estetización de la arquitectura, es lo que vemos a nuestro alrededor, y no podemos evitarlo, pero si no podemos evitarlo, al menos debemos tratar de controlarlo.
Nicolai Hartmann nos dice, "El individuo no puede soltarse arbitrariamente de la sensibilidad proveniente de sus tradiciones, no conoce otra cosa. Y si la conoce y quiere imitarla, se desorienta, se equivoca y fácilmente cae en representaciones falsas de la forma extraña" (Hartmann, 1977: 257), por lo que a partir de estas palabras de Hartmann, podemos decir que hemos caído en una representación falsa de la arquitectura, nos hemos olvidado de lo que realmente es la arquitectura y nos hemos centrado únicamente en lo que vemos en las revistas, donde aparecen las grandes edificaciones, pero nunca nos dicen si dichas edificaciones son verdaderamente habitables, si son confortables, solo nos presentan el aspecto exterior, y si bien nos va, nos presentan fotografías interiores, pero sin la presencia del ser humano, como si las personas que en un futuro las ocuparán, fuesen sólo un estorbo para la arquitectura. Si fuésemos objetivos, en dichas revistas nos presentarían las opiniones de quien habitan esos espacios recién diseñados, y con ello podríamos saber si lo que hacemos al diseñar, es realmente lo adecuado.
Estos puntos de vista los podemos reforzar a través de las palabras expresadas por el poeta mexicano Octavio Paz, en su libro "el arco y la lira" "No todo poema contiene poesía, hay máquinas de rimar pero no de poetizar" (Paz, 2006: 14), una gran parte de los arquitectos diseñamos sin ser poetas, intentamos crear belleza mediante tecnicismo estéticos, que en muchos casos no conocemos a fondo, y por lo tanto no podemos controlarlos, ya que con el uso de los programas de cómputo especializados para "diseñar", los cuales aparentemente nos ayudan, pero en realidad sólo sirven como estorbo, ya que sólo es necesario pedirle que encuentre una relación paramétrica entre una parte del edificio y otra, para de esta forma lograr una relación geométrica y una estética "adecuada", con la que el edificio aparentemente se verá armónico, y decimos en apariencia, ya que nunca sale del monitor, se queda en él, como una imagen que a pesar de ser una representación tridimensional, es bidimensional para nuestra realidad, por lo que es difícil poder percibir la realidad del objeto diseñado, es decir que jamás podremos captar su poética.
El teórico del arte Wilhelm Worringer menciona que "Todo fenómeno artístico permanece para nosotros incomprensible, hasta que hemos logrado penetrar en la necesidad y regularidad de su formación" (Worringer,:13), lo que nos lleva en la actualidad a que permanezca incomprensible, en primer lugar, debido a que gran parte de las edificaciones que vemos en revistas e internet, son sólo imágenes de lo que serían, ya que no existen en realidad, por tanto son edificaciones utópicas o ideales que el arquitecto ha desarrollado sin la necesidad de existir y sin la necesidad de cumplir una función específica para el ser humano, más que la de promover o vender objetos virtuales que nunca llegarán a existir, esto debido a realidad en la cual vivimos, o mejor dicho en la irrealidad en la cual vivimos, ya que todo es virtual, como lo es el dinero que sólo se vuelven números en una pantalla y el cual nunca tocamos, al igual que las relaciones sociales a través de un avatar en las redes sociales, en donde nunca sabemos quién está detrás de la pantalla en realidad. Lo mismo sucede en la arquitectura, observamos grandes edificaciones y espacios diseñados, pero jamás han existido, más que en un espacio virtual, por lo que nos queda preguntarnos, ¿cómo podemos comprender la arquitectura, si ni siquiera sabemos si es real o no?
Será posible, a pesar de la virtualidad en la que vivimos, crear espacios poéticos sin que estos lleguen a existir en realidad, es decir, podremos crear poesía a partir de diseños que representamos en render o imágenes virtuales, o es indispensable que para ello los espacios diseñados sean materializados mediante su edificación. En referencia a esto, el poeta mexicano Octavio Paz nos dice, "El poema es algo que está más allá del lenguaje. Más eso que está más allá del lenguaje sólo puede alcanzarse a través del lenguaje. Un cuadro será poema si es algo más que lenguaje pictórico" (Paz, 2006: 23), por lo mismo la arquitectura será arquitectura poética cuando deje de ser solo sistema constructivo y técnica, cuando se vaya más allá de la técnica, es entonces cuando podremos hablar de una arquitectura hecha poesía, la cual no importa si sólo es una representación virtual de un espacio, será poesía cuando dejemos de preocuparnos por los aspectos técnicos de su producción, cuando podamos ver más allá de la producción, cuando podamos definir un metalenguaje de la arquitectura, sin importar si dicho proyecto se llega a edificar, sólo basta con que se materialice, ya sea en una maqueta o una representación virtual, lo que importa que de alguna forma la podamos percibir.
En la actualidad Worringer menciona que "la estética tradicional se ajusta sólo al clasicismo, sería necesario elaborar una estética del gótico. Bajo la expresión de estética se desliza siempre la representación de la belleza y el gótico no tiene nada que ver con la belleza". (Worringer,:17), por lo que es necesario separar el concepto de belleza del concepto de estética, ya que lo estético no necesariamente tiene que ver con la belleza, lo estético tendría que referir más a un aspecto psico-espiritual del hombre, es por ello que el concepto de belleza no puede ser universal ni mucho menos atemporal. De hecho el británico Neil Leach nos habla de estos aspectos de la estética, al citar a Baudrillard, quien escribe: "Cuando todo se hace estético ya nada es bello ni feo, y el arte en sí mismo desaparece" (Leach, 2001: 20), esta carrera por la estetización solo puede conducir al caos o al desastre cultural, donde el objeto más insignificante se consideraría arte y se incluiría en los museos como pieza de arte, de hecho ya lo estamos viviendo con el arte conceptual, hasta un simple globo se coloca como exposición y como expresión artística, lo que nos lleva que no sólo es necesario elaborar una estética del gótico, también es necesario elaborar una estética para esta época mediatizada.
Sin embargo a pasar de la crítica que iniciamos a lo irreal o a la hiper-realidad en la cual nos vemos inmersos en la actualidad, encontramos una posibilidad de que este mundo virtual, pueda ser poético, no sólo un aspecto técnico y frio, y este lo podemos vislumbrar a través de las palabras del filósofo alemán Martin Heidegger, quien nos dice, "La poesía inventa su mundo de imágenes y queda ensimismada en el reino de lo imaginario" (Heidegger, 2006:108), de igual manera como la poesía esta ensimismada en un reino de lo imaginario, nuestro mundo virtual, el de la internet, es un reino de lo imaginario, y no por ello se encuentra excluido de lo poético, al contrario deberíamos aprovechar que al igual que la poesía que es un reino de lo imaginario, las imágenes virtuales, las cuales tienen la misma virtud, pueden llegar a encontrarse por su característica imaginativa, en el mundo de la poesía, es por tanto, una gran oportunidad que tenemos que aprovechar en este mundo irreal en el cual vivimos.
Por lo anterior podemos definir que la arquitectura solo es a partir de su relación con los objetos que produce, solo es a partir de la realidad, Heidegger nos dice "si las miramos en su intacta realidad, sin prejuzgar, entonces se muestra que las obras son naturalmente existentes como las cosas. El cuadro, el fusil, la pintura, el carbón, los cuartetos de Beethoven, las papas, todo tiene el carácter de cosa" (Heidegger, 2006: 37), es a partir de estas palabras que podemos definir que la casa, la iglesia, el boceto, el proyecto ejecutivo, el render, todo ello, sin prejuzgarlo, también tienen el carácter de cosa, pero qué lo hace diferente de las cosas comunes, qué lo hace resaltar y definir la utilidad de la cosa.
Es a partir de esta utilidad que debemos determinar qué es lo útil, en ello Heidegger nos dice que "el ser del útil en cuanto tal consiste en servir para algo" (Heidegger, 2006: 52), es a partir de esto que podemos definir que la obra arquitectónica es útil, ya que sirve de resguardo para el ser humano. Heidegger nos habla de lo útil utilizando la metáfora de los zapatos de labriego, y dice, "La labriega lleva los zapatos en la tierra labrantía. Aquí es donde realmente es lo que son. Lo son tanto más auténticamente, cuanto menos al trabajar piense la labriega en ellos" (Heidegger, 2006: 53). De esta misma forma como comenta Heidegger, la arquitectura sería útil, en cuanto menos se piense en ella cuando se transita por ella, pero lo mismo sucede con los objetos artesanales, mientras más útiles son, menos se piensa en ellos cuando son utilizados.
Pero qué sucede cuando lo útil sólo es representado cuando lo útil no llega a materializarse, en este caso Heidegger nos dice "no hagamos más que representarnos en general un par de zapatos, o incluso, que contemplar en el cuadro los zapatos que se limitan a estar en él vacíos y sin que nadie los esté usando, no haremos la experiencia de lo que en verdad es el ser útil" (Heidegger, 2006: 53) lo mismo sucede con proyectos arquitectónicos que nunca se han llegado a materializar, tal es el caso de múltiples proyectos elaborados por la arq. Zaha Hadid, en los que en ellos, jamás se podrá experimentar lo que en verdad es espacio.
La falta de experimentación de estos espacios nos llevan a no tener la experiencia del espacio, y es por ello que no podríamos significarlo, de la misma forma Heidegger nos habla de la correspondencia del zapato en el cuadro y nos dice, "en torno a este par de zapatos del labriego, representados en un cuadro, no hay nada a lo que pudiera pertenecer o corresponder, sólo un espacio indeterminado. Un par de zapatos de labriego y nada más. Y, sin embargo, le atribuimos muchas propiedades sólo al verlos en el cuadro" (Heidegger, 2006: 53), por lo que lo útil nos permite recordarlo con sólo verlo, es decir que recordamos todas las características que tiene lo útil al haberlo experimentado con anterioridad. ¿Pero qué sucede con los diseños de objetos que jamás hemos visto o experimentado?, como el caso del diseño de un nuevo estadio que no se parece en absoluto a los estadios que conocemos, como podemos experimentar lo útil, si no sabemos en qué proporción es útil, quizá por ello lo desdeñamos y no nos apropiamos, dejándolo en el olvido; sin embargo, a pesar de que el objeto diseñado no existe en la realidad, existe en la virtualidad y de esta forma lo vivimos y experimentamos, por lo que para las nuevas generaciones si existe esa apropiación, todos los objetos virtuales, los asumen como reales y por tanto podemos definir que llegan a experimentarlos y por lo tanto se le atribuyen muchas propiedades a pasar de no existir.
Tenemos una buena oportunidad y es la de acercar la arquitectura a lo poético, a la poesía y al poema, como menciona el poeta mexicano, Octavio Paz, "la poesía convierte la piedra, el color, la palabra y el sonido en imágenes" además de tener "el extraño poder de suscitar en el oyente o el espectador una constelación de imágenes, esto vuelve poemas toda obra de arte" (Paz, 2006: 23), de esta forma la poesía puede volver poema las producciones arquitectónicas, sin importar se estas producciones nunca dejen de ser virtuales, a pesar de que se mantengan sólo como producciones irreales, por lo que dejando de lado el aspecto de producción, lo vuelve realmente arquitectura, ya que la arquitectura es el poema que deberíamos construir como reflejo de la poética de nuestro entorno, a través de ir más allá de lo físico, es decir adentrarnos en lo metafísico.
Bibliografía
Hartmann, N. (1977). Estética. México, D.F.: Ed. UNAM.
Heidegger, M. (2006). Arte y poesía. México, D.F.: Ed. FCE.
Leach, Neil. (2001). La an-estética de la arquitectura. Barcelona.: Ed. Gustavo Gili. Barcelona.
Paz, O. (2006). El arco y la lira. México, D.F.: Ed. FCE.
Vargas, M. La civilización del espectáculo. Barcelona.: Ed. Alfaguara. (2012)
Worringer, W. ( ). La esencia del estilo gótico. México.: Ed. FCE