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Reflexiones. Sobre la humanidad y la arquitectura
Oscar Omar Ríos Jiménez
Indudable debe ser el hecho de que, todo en esta vida gira entorno al bienestar del ser humano, fundamentalmente mediante la búsqueda de lugares que alberguen sus actividades, que sean habitables, pero la pregunta es: ¿se han encontrado?, es decir, ¿la habitabilidad tiene límites? Cuando parecería que existe un mínimo de parámetros para considerar un lugar habitable, en el ámbito de la arquitectura nos damos cuenta de que nunca es suficiente, no se pregunta solamente si un lugar es habitable, sino además debemos preguntar ¿para quién es habitable?, ¿para cuáles actividades?, ¿en que ubicación geográfica?, ¿en que período de tiempo?.
La ciencia, el conocimiento y el diseño inciden en el modo de habitar, además son interminables, siempre surge algo que cuestionar y como consecuencia resolver, entonces, ¿la habitabilidad se genera a partir de la satisfacción de las necesidades humanas? o ¿es la mediatización de los tres conceptos antes mencionados la que hace posible la habitabilidad? Estamos inmersos en densas dinámicas capitalistas que no permiten explorar en la profundidad del ser, que extravían, que enferman. Aún cuando es claro el término habitabilidad, entendiéndolo como la disciplina dedicada a ofrecer las condiciones mínimas de salud y de confort a los edificios, tal parece que en la actualidad es fundamental examinar el espacio en cuestión desde otros enfoques, las actividades sociales, económicas, políticas, culturales, hábitos y vicios, las exigencias cotidianas en general; si nos remontamos a los origenes de la humanidad, es paradójico que lo habitable eran las cavernas y lo inhabitable la intemperie, el planeta por sí solo es habitable, pero en el contexto arquitectónico el planteamineto es revisable.
Podriamos plantear que cualquier sitio en el que esté involucrado el ser humano debería tener su esencia, es decir cada espacio público debe contener la esencia de todos y cada uno de quienes lo visiten, y talvez, más allá de los datos duros y fríos de los parámetros de la habitabilidad, que es evidente que son fundamentales, habría que desenmascarar el alma de los individuos y adhirirsela al espacio que viven para con ello lograr la habitabilidad.
El Habitar pues, no debe confundirse con el "ocupar", el "Habitar" es vivir el espacio; individuo y espacio deben estar vinculados incluso espiritualmente.
El ser humano necesita pertenecer, y es lo que siente lo que le da certidumbre. No es sencillo crear su espacio, puesto que hasta cierto punto no se conoce a sí mismo, no conoce su primer hogar, su planeta, no es consciente de lo que puede o debe aprovechar. Es quién se arriesga a, con lo poco que cree conocerse, el que guía involuntariamente a quien lo necesita; así se ha evolucionado, a prueba y error.
Heidegger nos dice, como es que el ser humano a través del tiempo ha encontrado rumbo mediante cuestionar el ser, el ser es una pregunta no una respuesta. (1) Se experimenta con su sentir e irónicamente no con su pensar, el arte es producto de ello, siente el espacio, no lo piensa. El espacio puede ser considerado habitable o no, por la sensación que emite.
El arte y el espacio o características de éste amalgamados por el ser humano. El deber ser lo genera el propio ser humano. Pensar es tener conciencia del universo, de todas y cada una de la cosas que nos rodean, en esta relación ser humano - universo se encuentra el habitar, si pensamos podemos ser conscientes y discernir entre el disfrutar o el sufrir. Es precisamente este ejercicio de reflexión y razonamiento el que permite que la arquitectura exista, en cada solución de espacios o composición de elementos constructivos debe existir un profundo análisis lejos de banalidades y productividad superflua.
Heidegger otorga gran importancia a la esencia y al lenguaje de las cosas, especialmente de la actividad humana, es ahí donde radica la importancia de la palabra como base fundamental de la poesía, es la amalgama del construir, habitar y pensar , son la sensibilidad y la consciencia humanas disfrazadas de poesía las que permite reflexionar, pero también las que permiten actuar. En la actualidad como en cualquier época, la reflexión y la palabra ha permitido la comunicación y ésta a su vez los acuerdos y las rebeldías, siendo ésta últimas las generadoras de mayor avance para la humanidad.
Es necesario mencionar el contexto histórico, lo sucedido en el período de la Ilustración así como en la transformación política, económica y social de la segunda mitad del siglo XIX, la evolución global del pensamiento anárquico, en medio de corrientes racionalistas y empiristas, transformaciones tecnológicas y científicas, se vivió el paso radical de una economía rural basada en la agricultura y el comercio a una urbana e industrializada. Estas transformaciones en algunos casos antagónicas dan la pauta a la necesidad de expresar de cualquier manera la sensación provocada por los fenómenos acontecidos. A pesar de que aún no se tiene la certeza del significado de los componentes del lenguaje arquitectónico, las interpretaciones son múltiples con base en los hechos. Es necesario considerar lo sucedido para poder explicar la relación entre forma y contenido.
La arquitectura es expresión, comunicación, y el ser humano amalgama de la forma y el contenido del lenguaje, en el se engloban valores tangibles mediante la arquitectura. Según Worringer: " la psicología del estilo comienza propiamente cuando los valores formales se hacen inteligibles como expresión de los valores internos, de manera que desaparece el dualismo entre la forma y el contenido."
La abstracción es parte fundamental de toda investigación, podría incluso ser contaminante en algunos casos ver más allá de lo necesario cuando la respuesta podría encontrarse en la esencia, en la significación que de cómo resultado la estética de la época y no de unos cuantos. Worringer nos dice: " es claro que esa preeminencia de las épocas clásicas dio lugar a una preeminencia correspondiente de la estética, que es la teoría abstracta de esas épocas."
La esencia podría explicar de manera más sencilla lo existente, más no somos sistemas cerrados, estamos en total interacción con los acontecimientos en el mundo y lo que ocurre en un sitio especifico tarde o temprano tiene consecuencias. Esto podría explicar el contenido de las formas, la forma por si sola sería un insulto a la inteligencia humana y el contenido necesita limites que lo jerarquicen y diferencien del contexto.
El ser, busca respuestas para conocerse, analiza lo encontrado y enjuicia a partir de lo conocido, esto se repite tantas veces como seres en el mundo. Es como si cada individuo en el mundo perteneciera a una especie distinta, con objetivos particulares sin importar los del otro. Lo que en apariencia genera el problema de diseño, entre ataduras y limitantes, puede esconder la respuesta al mismo, y será responsabilidad del diseñador analizar y sintetizar para descubrirla, lo importante es tener claro el problema, en ocasiones no se es consciente de éste. En este sentido Hartmann nos dice que " de todas las bellas artes, la arquitectura es sin duda la menos libre: está doblemente atada 1) por la determinación de los fines prácticos a los que sirve y 2) por el peso y fragilidad de la materia física con la que trabaja. El ser tiene la necesidad intrínseca de comunicar emociones, pasiones, el ser siente; piensa, duda; afirma, niega; valora. Son sus deseos y objetivos su principal motor y estos se ven reflejados en todo lo que desarrolla y la arquitectura no es la excepción. Según Hartmann "por ello, pueblos y épocas históricos pueden "aparecer" en sus construcciones…Algunas épocas aparecen en sus construcciones de manera especialmente señalada - justo sus fines deseos y metas."
Estamos en el mundo tratando de explicar la infinidad de fenómenos que en él ocurren; lo que daña, lo que hace bien, muchas veces desde nuestra trinchera, sin explorar a profundidad y con amplitud las causas, esto en combinación con el valor del tiempo hace que esta única meta sea para muchos una utopía; mientras esto ocurre el ser continuará en la búsqueda de pautas que le den certidumbre a su futuro, a prueba y error, como protagonista. Además de los fenómenos ocurridos en el mundo, el tiempo es fundamental en la determinación de la configuración espacial, la arquitectura es dinámica, resultado de la batalla, del entendimiento entre el espíritu y la materia. Lo que observamos son solo las huellas, los vestigios, las heridas o las reconciliaciones. Para Hartmann "En construcción la mayor parte ya está determinada por tareas de este tipo; puede verse, en general, toda la técnica de construcción como una sola lucha enorme con la materia. La arquitectura es reflejo de la vida multiplicada por el total de la población, es una relación entre lo que ocurre en el exterior y en el interior del ser, dualismo resultado de lo que el ser genera y lo que los fenómenos generados le estimulan al ser. Según Hartmann " solo cuando se da esta relación puede aparecer la vida y la forma del ser del hombre en sus construcciones." (2).Ya por naturaleza la propia vida es una incógnita, cualquier otra nos lleva a explicarla de inicio. El ser humano evoluciona en sí mismo y al mismo tiempo precede a la evolución de la humanidad. Si tratasemos de explicar el quehacer de la humanidad probablemente llevaría bastante tiempo, Nietzsche cuestiona acerca de las metas y de la única meta, y esta aparentemente es la que falta; podríamos entonces no complicar demasiado las cosas y explicar el orígen, para con mayor certeza explicar la evolución; pero ¿como explicar un orígen sin considerar su transformación?. A partir de la necesidad de comunicación y su desarrollo, las cosas pueden surgir con mayor facilidad, pero es esta meta inalcanzable reflejada en opiniones contrapuestas, conflictos e intereses individualistas la que ha llevado a la humanidad a crisis y guerras mundiales. En un enigmático juego de opiniones dentro de un complejo contexto político, económico y social se presenta el pensamiento mítico; podría definirse como fenómeno simple, sin que esto represente significado pobre, hasta el agua diáfana le da sentido a la existencia. Toda actividad, todo objeto necesitan un sentido, cada actividad evoca un espacio y cada espacio puede ser un reflejo de quien lo habita, esto para muchos se traduce como Arquitectura, es en la esencia donde podría encontrarse el significado de los espacios, de las formas, de los silencios compositivos. Para Cassirer "En este caso, el rasgo desconcertante no es la falta, sino la abundancia de material empírico" (3), entendiendo que es toda la información detrás la que se materializa.
La arquitectura es reflejo de la humanidad, es su esencia y significado, cada elemento constituye una o varias palabras del leguaje arquitectónico en cada lugar del mundo, la riqueza de la información contenida otorga su justo valor al mensaje. Cassirer nos dice: "En toda actividad y en todas las formas de la cultura humana encontramos una unidad de lo diverso". El arte nos ofrece una unidad de intuición; la ciencia nos ofrece una unidad de pensamiento; la religión y el mito nos ofrecen una unidad del sentimiento". (4)
Otras mentes no apuestan a lo abstracto, una sublimación regresiva de la experiencia y las referencias emocionales podría explicar lo tangible. Según Cassirer "Las generaciones posteriores se formaron una idea más cabal del carácter del mito. Ya no les importaba la metafísica. Abordaron el problema por el lado empírico, y trataron de resolverlo por métodos empíricos". (5)
La relación entre el mito y la arquitectura podemos encontarala desde su concepción, considerando las más profundas emociones humanas, el control de estas constituyen virtudes, amalgama del ser humano y de lo existente. Según Cassirer: "El mito no surge solamente de procesos intelectuales; brota de profundas emociones humanas…lo que hasta entonces se sentía de una manera oscura y vaga, adquiere una forma definida; lo que era un estado pasivo se convierte en un proceso activo". (6)El dualismo encuentra un lugar importante como fundamento del diseño arquitectónico; racionalismo y empirísmo, actores del equilibrio; sin emociones opuestas, sin pasiones, sin tristezas, sin emociones aparentemente negativas sería imposible distinguir la felicidad, irónicamente del control de las pasiones, de los impulsos del cuerpo, surgen las virtudes y las virtudes nos permiten cambiar las cosas de manera favorable. Cassirer interpreta a Kant y nos dice: que "el ser humano tiene que actuar de acuerdo con los dos "principios reguladores", los principios de la similitud y la disimilitud, de la homogeneidad y la heterogeneidad" (7), al experimentar una emoción le es posible conocerse un poco más para controlar sus impulsos dando origen a sus virtudes; estas toman mayor importancia una vez que conoce las alegrías y busca instintivamente tener contacto con lo que le establece una fuerte afinidad involucrando deseo y entusiasmo para por fin entender la arquitectura como célula propia, su evolución y su muerte es solo un cambio en la forma de vida. Cassirer nos dice: "El mito enseñaba que la muerte no significa la extinción de la vida humana; significa solamente un cambio en la forma de la vida. Se cambia simplemente una forma de existencia por la otra. Entre la vida y la muerte no hay ningún límite marcado y definido; la frontera que las separa es vaga e indistinta". (8).
Los arquitetcos podrían ser los visionarios que marcaran las pautas de la evolución social, están mucho más conscientes del fuerte vínculo entre sociedad y arquitectura. La iniciativa, el espíritu de servicio y la pasión con la que el arquitecto actúa pueden dar pauta a nuevos aprendizajes y entendimiento de nuevas formas de habitabilidad, así como de una mejor calidad de vida del usuario. Cassirer nos dice que "Carlyle llevó la idea de que la vida entera la identificó con la vida de los grandes hombres. Sin ellos no habría historia; habría estancamiento, y el estancamiento significa muerte." (9). La habitabilidad humana ha sido, es y será fundamento de la existencia del ser y como arquitectos nos atañe una gran responsabilidad por la indagación hacia la mejora correspondiente.
A mayor consciencia de lo que ocurre alrededor, el conocimiento adquirido y la acción se transforman en combustible y motor del ser humano, creo que lo que le permite al hombre generar conocimiento son sus gustos, parte de su esencia y estos difícilmente sasiarán su deseo de encontrar respuestas. Según Cassirer "Tu vocación no es solamente conocer, sino obrar de acuerdo con tu conocimiento…estás aquí para la acción. Tu acción, y solo tu acción, determina tu valor". (10) En arquitectura el hecho es que cada proyecto y cada obra ejecutada tiene detrás estudio, análisis, conocimiento de causa y efecto, sin conocimiento y sin acción la arquitectura simplemente no existiría. Estos dos componentes de la vida son autores del vínculo socioarquitectónico tan marcado. Se dice que la arquitectura es reflejo de su sociedad, pero la sociedad ¿de que lo es?, tal vez de sus aspiraciones, de sus dudas, de sus certidumbres; tal vez todo inicia en aquel, y solo en aquel que con vehemencia camina y convence de que no todo está dicho. Cassirer nos cuenta como "Carlyle consideraba que la grandeza de una nación reside en la intensidad y la hondura de su vida moral y de sus creaciones intelectuales". (11) La sociedad ha sido capaz de transformar el mundo, con modelos a seguir o sin ellos. Lo que se aprecia en la actualidad y así en cada período de la historia no es más que una serie infinita de resultados producto de una combinación igual de infinita de factores, todos ellos con la duda como factor común. Segú Cassirer "Carlyle y Descartes afirmaban que la filosofía no empieza con la certidumbre, sino con la duda. La duda, por sí sola, no es temible, no es un elemento subversivo de nuestra vida intelectual, sino un elemento constructivo." (12) En arquitectura sucede algo similar, aún no es resuelto el acertijo de la habitabilidad, cuando pareciera que existe un mínimo de parámetros para considerar un lugar habitable, en el ámbito de la arquitectura nos damos cuenta de que nunca es suficiente, no se pregunta solamente si un lugar es habitable, sino además debemos preguntar ¿para quién es habitable?, ¿para cuáles actividades?, ¿en que ubicación geográfica?, ¿en que período de tiempo?.
La arquitectura de cada tiempo nos transmite desde su trinchera, claridad de pensamiento, aunque nos sea dificil interpretar, lo ejecutado puede poseerla, tanto así que se ejecutó, bien o mal, bella o no, se llevó a cabo. Detrás de ello, existe trabajo arduo, desde su concepción hasta su materialización. Para Carlyle "lo que más admiraba él en sus héroes no era solo la sinceridad de su sentimiento, sino también la claridad de su pensamiento…La fuerza de voluntad y de carácter sería impotente sin una fuerza igual de pensamiento." (13)." Cuando el pensamiento o el poder humano pareciera no alcanzar, parte fundamental de todo lo hecho por el hombre ha sido la fé, ese sentimiento inexplicable que ha sido capaz de impulsarlo sin ápice de fastidio y con el firme deseo de vanagloriase. Cassirer nos dice "Para la fé, todo depende del acto de creer, lo que se cree es perfectamente indiferente. La Fe es un profundo sentido de seguridad, así respecto del presente como del futuro; y esta seguridad surge de la confianza en un ser inmenso, todopoderoso e inescrutable." (14)
La lucha de ideas que consideran al proyecto un proceso extraño y sin control, son también alimento y a pesar que detrás quedan las opiniones, las divergencias, las especulaciones e infinidad de pensaminetos, cuando se está seguro de lo que se quiere y así se ejecuta, todas las imágenes se simplifican en una sola, otorgando valor y significado. Paz nos dice "toda imagen acerca o acopla realidades opuestas, indiferentes o alejadas entre sí. Esto es, somete a unidad la pluralidad de lo real." (15)Todo pensamiento está plagado de imágenes producto de recuerdos o deseos, alimento vital para todo ser creativo. El ser puede definirse por sus actos, no por lo que pretende e imagina, caso similar es el de la arquitectura; la arquitectura puede definirse en si misma y por si misma, no es lo que se imagino, ni la inspiración previa. Según Paz "Y en verdad la inspiración no está en ninguna parte, simplemente no está, ni es algo: es una aspiración, un ir, un movimiento hacia adelante: hacia eso que somos nosotros mismos. Así, la creación poética es ejercicio de nuestra libertad, de nuestra decisión de ser". (16)
La arquitectura se construye día a día, con el pasado y con el presente, se identifica con el transcurrir del tiempo no solo con el inicio. La arquitectura no está hecha solo de materiales, ni una mezcla de ellos, y tampoco una composición con ellos, de hecho la arquitectura podría prescindir de ellos, en ocasiones parece que le estorban, la arquitectura en cambio podría ser solo vacíos y depender de ellos, como el silencio en el amor. Según Paz "Un poema puro no podría estar hecho de palabras y seria, literalmente, indecible. Al mismo tiempo, un poema que no luchase contra la naturaleza de las palabras, obligándolas a ir más allá de sí mismas y de sus significados relativos, un poema que no intentase hacerlas decir lo indecible, se quedaría en simple manipulación verbal. Lo que caracteriza al poema es su necesaria dependencia de la palabra tanto como su lucha por trascenderla". (17)
Las imágenes que podemos apreciar, lo tangible, están antecedidas de incredulidad, de inconformidad, de deseo de mejora, todo puede evolucionar y revolucionar. Paz nos dice "El movimiento revolucionario es una profanación porque echa abajo las viejas imágenes; mas esta degradación se acompaña siempre por una consagración de lo que hasta entonces había sido considerado profano; la revolución consagra el sacrilegio" (18). El arquitecto está colmado de ese deseo por modificar, por innovar, no es que se desee llegar a la fórmula o resultado mágico, ni siquiera demostrar que lo anterior no lo es, es solo sentir que se está en el camino.
De hecho la reflexión más repetida en el mundo está en función de las causas, y considerando que el ser humano podría ser el efecto de algo, nos lleva a indagar acerca de sus causas, de su inicio, seguramente no iniciamos como tenemos conciencia en determinado momento, algo posiblemente existió antes, y ese antes puede ser infinitito, por ello el podemos considerar el origen y referencia, alimento de la certidumbre humana, células que otorgan valor a las cosas, fuente de validez de lo existente en el universo; lo tangible y lo intangible proviene de algo sin excepción y es tema inagotable de conocimiento; es combustible del ser, cada paso es cuestionable, cada paso es consecuencia. Para Heidegger "el origen de algo es la fuente de su esencia. La pregunta sobre el origen de la obra de arte interroga por la fuente de su esencia" , (19) y la arquitectura no está excenta de justificación, y sus características permiten su identificación producto de su esencia, de su contexto, de su origen. Esto se reproduce en cualquier cantidad de actividades, al menos en las que tiene relación el ser humano, el arte o la ciencia.
Aunado al origen y la referencia, encontramos el propósito, el ser humano precisa también de la utilidad de las cosas para concederles valor, incluso aún sin conocer su orígen y referencia, por sí misma, el ser humano necesita saber el potencial provecho del hallazgo, y por naturaleza busca relacionarse. Según Heidegger "el útil viene, en su auténtico ser, de más lejos. Material y forma y la distinción de ambos, son ellos mismos de un origen más hondo. El reposo del útil que reposa en sí estriba en el ser de confianza."(20) Como arquitecto se concibe después de conocer el orígen de otras cosas y estas pueden ser referencias del útil. En la arquitectura podemos observar que uno de los quehaceres del profesional es la busqueda del valor de la obra, ¿en donde se anclan las ideas, para poder ser materializadas y valoradas?, hasta el momento se ha requerido de forma y función o utilidad, detrás de ello ua lista inagotable de argumentos que justifican a cada rubro.La utilidad se verifica una vez ejecutada la obra, es poco probable que en la imaginación se determine, de ahí los tropiezos, la incertidumbre, el hambre por localizar la mayor cantidad de respuestas y plomos que sujeten las suposiciones, potencial tierra firme que justifique el viaje. Para Heidegger "Lo que sea el útil dejamos que lo dijera una obra. De ahí llegó, por decirlo así, bajo la mano, a la luz del día, lo que está en operación en la obra: la apertura del ente en su ser, el acontecer de la verdad" (21). Es algo irónico, aún cuando la verdad pueda ser encontrada en lo tangible, es precisamente lo que llevó a su materialización lo que le dió forma y significado, la obra arquitectónica se explica también a partir de lo invisible, las formas físicas también delimitan alegrías y frustraciones.
El consciente del origen, de la referencia y además inquisitivo del propósito materializa la esencia; se sirve de ella, no la gasta, la hace lucir. Heidegger nos dice "En verdad el escultor se sirve de la piedra, así como el albañil la maneja a su manera. Pero el escultor no gasta la piedra. Esto sólo sucede en cierto modo cuando la obra fracasa. También el pintor se sirve del colorante, pero de manera que no se gasta ei color, sino haciéndolo lucir. También el poeta se sirve de la palabra, pero no como los que hablan y escriben habitualmente, gastando las palabras, sino de manera que la palabra se hace y queda como una palabra" (22).
En la arquitectura como en cualquier representación artística, ha sido valorado el significado de cada obra, su unicidad, lo perenne y tal parece que ello se hace más complejo entenderlas, talvez el arte debe solo cautivar, al menos en un instante para después hacer imprescindible el conocimiento de su orígen, su refencia y su propósito.
La lucha por encontrar la verdad ha sido una constante, parece como si nos proporcionara estabilidad o certidumbre de los fenómenos que se viven, ¿cómo es que existe lo que existe? ¿como es que es lo que es? ¿cómo es que somos capaces de hacer lo que hacemos?. Existen seguramente muchas razones, pero la creencia inevitable es que existe una de mayor peso que todas ellas, para cada fenómeno, para cada cosa. En algún lugar nacen los entes, en algún lugar evolucionan y en algun lugar se les descubren, y es hasta entonces que su esencia y su verdad se conocen, no significa que previamente carezcan de ellas, simplemente no habían podido ser juzgadas. Para Heidegger, "Verdad significa ahora y hace tiempo la concordancia del conocimiento con la cosa. Sin embargo, para que el conocer y la proposición que da forma al conocimiento y lo enuncia puedan ajustarse a la cosa, y antes, para que la cosa misma pueda vincularse a la proposición, la cosa misma debe mostrarse en cuanto tal" (23); algo similar ocurre en el quehacer del arquitecto, en la búsqueda de esta concordancia es inevitable la amalgama entre contexto y vivienda.
Los edificios nos muestran lo que son físicamente, en ocasiones incluso nos muestran su desnudez, pero pocas veces nos muestran su alma. Según Heidegger, "No sólo debe estar descubierto de alguna manera aquello por lo que se rige un conocimiento, sino que también debe presentarse ya como totalidad en lo descubierto todo el reino en el que se mueve este regirse por algo, y asimismo aquello para quien se manifiesta el ajuste de la proposición a la cosa" . (24)
No son solo fachadas, ni siquiera acabados exteriores o interiores, o solo materiales; es el espíritu lo que nos deleita, y es su nobleza la que nos cautiva. Los espacios necesitan ser vividos y nosotros necesitamos vivirlos, esto posiblemente es una regla infalible, no solo se trata de ocuparlos, se trata de impregnarse de ellos, de transformarse en ellos, de ser uno solo.
Cuando buscamos la esencia vista como la verdad de las cosas, no es suficiente hacerlo superficialmente, no confiamos solo en el maquillaje, pues esto solo es una parte de la verdad, es prudente indagar, eliminar aquello que no nos sirve hasta llegar a aquello que realmente necesitamos, y si se sabe lo que se busca seguramente se encontrará. Para Heidegger, "Cuanto más sencillos y esenciales sean los zapatos, cuanto más pura y sin adornos aparezca la fuente en su esencia, tanto más inmediata y llamativamente se hace más ente todo existente" . (25) Y no se trata de menospreciar el "arreglo" que puede ser en sí mismo la verdad, se trata de la correspondencia entre el arreglo y la obra, talvez esta no lo necesita y erroneamente es transformada en busca de su esencia sin buscar previamente en sí misma. Y no se trata de menospreciar el "arreglo" que puede ser en sí mismo la verdad, se trata de la correspondencia entre el arreglo y la obra, talvez esta no lo necesita y erroneamente es transformada en busca de su esencia sin buscar previamente en sí misma.
La obra problablemente no es una meta, es un camino, es necesario recorrerlo, y no necesariamente hacia donde va, sino de donde viene, interesante será discernir la dirección. Heidegger nos dice que, "El esfuerzo hecho en torno a la realidad de la obra debe preparar el terreno para encontrar en la obra real el arte y su esencia. La pregunta por la esencia del arte, el camino del saber de ella, debe ser traído de nuevo a un fundamento" (26). Cuantas veces juzgamos solo por el presente, no está ahí la verdad, seguramente hubo algo que dió vida a esa obra, hubo razones que a simple vista no se ven, existe una verdad que custodia su esencia.
Los espacios habitados pueden ser una extensión del ser, o bien el ser mismo. Y cuando el ser y el espacio habitado se vuelven uno solo, el alma se transforma. Al igual que Heidegger, Bachelard encuentra en la relación habitar - poesía la esencia del ser, más no como característica, sino como el proceso continuo en el que el ser humano se conoce o intenta hacerlo, un proceso que parecería carecer de principio y de final, mientras que el protagonista de este proceso se sumerge en la búsqueda de sitios tangibles o no. Para Bachelard: "En suma, la casa natal ha inscrito en nosotros la jerarquía de las diversas funciones de habitar. Somos el diagrama de las funciones de habitar esa casa y todas las demás casas no son más que variaciones de un tema fundamental". (27).
La ciencia, el conocimiento y el diseño inciden en el modo de habitar, además son interminables, siempre surge algo que cuestionar y como consecuencia resolver, entonces, ¿la habitabilidad se genera a partir de la satisfacción de las necesidades humanas? o ¿es la mediatización de los tres conceptos antes mencionados la que hace posible la habitabilidad? Por naturaleza el ser necesita sentirse protegido, necesita relacionarse con su exterior para conocerse, sin referencia podría ser imposible que esto suceda. Según Pallasma, "los arquitectos nos preocupamos por proyectar viviendas, no hogares. Y aún así, es la capacidad de la vivienda para proporcionar un domicilio en el mundo lo que importa a cada habitante. La vivienda tiene su psique y su alma, además de sus cualidades formales y cuantificables." En lo personal, la búsqueda de lugares poéticos es continua e indescriptible con precisión, pero de existir una característica sería posible identificar en los sitios preferidos la seguridad que proporcionan, la seguridad se traduce en libertad y la libertad puede otorgar claridad para visualizar, planear y resolver. Para Bachelard: ""La casa es, pues, un instrumento de tipo análisis…En efecto, la casa es primeramente un objeto de fuerte geometría…Su realidad primera es visible y tangible. Está hecha de sólidos bien tallados, de armazones bien asociadas… Un tal objeto geométrico debería resistir a metáforas que acogen el cuerpo humano, el alma humana. Pero la trasposición a lo humano se efectúa inmediatamente, en cuanto se toma la casa como un espacio de consuelo e intimidad, como un espacio que debe condensar y defender la intimidad". (28)
Aún cuando es claro el término habitabilidad, entendiéndolo como la disciplina dedicada a ofrecer las condiciones mínimas de salud y de confort a los edificios, pero, tal parece que en la actualidad es fundamental examinar el espacio en cuestión desde otros enfoques, las actividades sociales, económicas, políticas, culturales, hábitos y vicios, las exigencias cotidianas en general; si nos remontamos a los origenes de la humanidad, es paradójico que lo habitable eran las cavernas y lo inhabitable la intemperie, el planeta por sí solo es habitable, pero en el contexto arquitectónico el planteamineto es revisable.
Entonces lo intangible toma importancia sobre lo material, sobre la casa "dura" y determinante, sobre los límites y lo calculado, para dar paso a lo infinito, a la liberación del sentir y pensar; del alma propia. Según Bachelard: "Los poetas nos ayudarán a descubrir en nosotros un goce de contemplar tan expansivo, que viviremos, a veces, ante un objeto próximo, el engrandecimiento de nuestro espacio íntimo…Pero cuando un poeta sabe que un ser del mundo busca su alma, es que busca la suya propia". (29)
Probablemente una vida no sería suficiente para encontrar la casa soñada; la experiencia y el paso del tiempo modifica circunstancias y aleja las verdades; los motivos parecen ser insaciables y los espacios se vuelven infinitos. Aún con la esperanza de encontrar lo anhelado, los espacios, la casa, impulsan e inquietan, motivan o aniquilan. Su poder es sublime, es ilimitado. Según Bachelard "A veces, la casa del porvenir es más sólida, más clara, más vasta que todas las casas del pasado. Frente a la casa natal trabaja la imagen de la casa soñada… Esta casa soñada puede ser un simple sueño de propietario, la concentración de todo lo que se ha estimado cómodo, confortable, sano, sólido, incluso codiciable para los demás. Debe satisfacer entonces el orgullo y la razón, términos inconciliables… El espíritu se despliega en él pero el alma no encuentra allí su vasta vida". (30).La casa revela, la casa transmite; aún el más simple detalle expresa, hasta lo mas desdichado de ella, lo desalmado, lo sin sentido, sin identidad. En el mejor de los casos nos graba permanentemente su esencia, sin saber que solo se trata de reencontrarnos con la propia. Bachelard nos dice que "Toda gran imagen simple es reveladora de un estado de alma. La casa es, más aún que el paisaje, un estado de alma. Incluso reproducida en su aspecto exterior, dice una intimidad". (31)
Para Coppola Pignatelli (32)"el espacio interno de la casa es percibido como el Yo, como la esencia de uno mismo vista por uno mismo", entonces, partiendo de esta premisa podriamos plantear que cualquier sitio en el que esté involucrado el ser humano debería tener su esencia, es decir cada espacio público debe contener la esencia de todos y cada uno de quienes lo visiten, y talvez, más allá de los datos duros y fríos de los parámetros de la habitabilidad, que es evidente que son fundamentales, habría que desenmascarar el alma de los individuos y adhirirsela al espacio que viven para con ello lograr la habitabilidad.
El ser y el espacio por separado podrían ser inertes; podrían no ser, el ser necesita encontrarse, ubicarse en un sitio, en un espacio; el espacio precisa de ser habitado para existir; y cuando se unen, un nuevo ser emerge. Para Bachelard: "Los dos espacios, el espacio íntimo y el espacio exterior vienen, sin cesar, si puede decirse, a estimularse en su crecimiento. Designar, como lo hacen con todo derecho los psicólogos, el espacio vivido como un espacio afectivo no llega, sin embargo, a la raíz de los sueños de la espacialidad". (33).¿Qué o quién le otorga valor a los hechos? ¿En que consiste su trascendencia o su insignificancia? En lo particular resulta interesante como se transforma la cadena del valor, parecería que a mayor número de opiniones mejores decisiones y mejores resultados, y esto puede ser una paradoja; entre más conocemos más nos alejamos de la verdad. A medida que la población aumenta, parece que aumenta la incertidumbre, los criterios se enriquecen o enloquecen; el concepto de percepción adquiere mayor protagonismo, mientras que las leyes y los cánones universales se vuelven indefinidos o tienden a desaparecer.
Cómplice de la globalización, la precepción y la interpretación han traspasado fronteras, se ha convertido en abogado del artista, del visionario. En toda actividad artística ha crecido la pugna entre lo que es, lo que no es y lo que parece ser; particularmente, en la obra arquitectónica está depositada mucho de la cultura de cada sitio en el mundo; el arquitecto con identidad analítica se encargó de abstraer y materializar los fenómenos ocurridos. Por otro lado, falto de conocimiento el individuo en general aprecia el material inerte de la obra, pero desconoce su vida oculta; intenta dar significado al conjunto sin dar cuenta de la información codificada, y aún así osadamente emite crítica infundada. Según Beuchot "…el exégeta interpreta esos textos en sentido figurado, alegórico; parece preferir la literalidad…(34) , tal como lo haría cualquier persona sobre la arquitectura.
El ser está ávido de certezas, en su búsqueda de una u otra forma aclara sus dudas, el error posiblemente no está en las formas de resolverlas, sino en estar completamente seguro de la verdad. Según Beuchot : " Nietzsche hizo de la hermenéutica la rama principal de la filosofía con su idea de que no hay hechos sino interpretaciones…" (35); en el diseño y la arquitectura nos encontramos con innumerables métodos y estilos, cada uno con su verdad, con su esencia o incluso con sus leyes, limitando el ser, que se cuestiona, que necesita encontrarse en el infinito y que no se conforma con el razonamiento de otro.
No solo es el material, o el lugar, o la magistral técnica empleada; es el tiempo, es su trascendencia lo que se ha comprobado que puede otorgar iconicidad y simbolicidad a la obra de arte. Mientras otras obras se reproducen al por mayor y se abaratan en el correr del tiempo, solo la unicidad y lo eterno nos impedirán olvidar autor y obra. Beuchot nos dice " a pesar de que un artista esté atado a su tradición y a su momento histórico, es artista más que por reflejar su época, por trascenderla, por ir más allá, por romper ese molde y o técnica" (36). Más allá de las interpretaciones de los individuos hacia la obra en cuestión será lo que perdure en el pensamiento, en la expresión y en la experiencia del ser lo que nos permita apreciarla, desdeñarla u odiarla.
La interpretación pues, es fundamental para la comunicación y esta a su vez vital para el ser; la forma de actuar del individuo ya es en sí comunicación, su actuar tiene significado para él y para su similar, tal como código es descifrable, pero en el proceso los parámetros no son los mismos, entran en juego la esencia y la experiencia de cada uno y la interpretación se vuelve mágica. En la arquitectura, la obra y el diseño en sí son una interpretación del autor, de su entorno, del reto que enfrenta, es su realidad; a ella se suman los espectadores y consumidores. Para Beuchot "ya la misma obra de arte es un juicio del artista, que lo pone en la realidad como su prolación, su enunciación. Allí se encuentra ya una interpretación, una expresión o manifestación de sí mismo y de su entorno". (37)
Habría que entender el significado del texto, su intencionalidad; generador de inquietudes para la comprensión, la interpretación, o bien la comunicación y la dialéctica; todo esto tiene como protagonista a la información. Los datos en ella han sido procesados, y la necesidad de transmitir historias, mitos, experiencias es inherente al ser humano. Dentro de la profundidad de la hermenéutica analógica propuesta por Beuchot encontramos el sentido abstracto y asertivo de lo esencial, un equilibrio tal que sea capaz de comunicar, más que imponer, proponer, fundado en una mezcla consciente de lo concreto, lo exacto, y la apariencia o la ficción. Para Beuchot " la analogía permite, pues, diversificar y jerarquizar. Es un contextualismo relativo, no absoluto, y ello nos da la posibilidad de abrir nuestro espectro cognoscitivo sin perdernos en un infinito de interpretaciones que haga imposible la comprensión y caótica la investigación, sobretodo en el movedizo terreno de las humanidades" (38), considerando que estas pretenden explicar la estructura y funcionamiento del ser. Dentro de las artes este entendimiento ha crecido tratando de justificar la obra alejándola de la subjetividad para no caer en la su desvalorización y falsedad.
Sean textos u obras de arte la interpretación de la verdad es una constante, los "porques", las razones. Los criterios son infinitos pues son la experiencias o las vivencias los principales críticos . Un objetivo de la hermenéutica analógica puede ser el equilibrio a la hora de interpretar emitiendo un juicio consciente de los criterios a través de la sintaxis y la semántica sin imponer una verdad absoluta, sino proponer una verdad con coherencia. Beuchot nos dice que " es el intento de superar esta situación en la que se encuentra la hermenéutica en la actualidad. Por evitar el cientificismo, el racionalismo y la interpretación ilusamente objetiva, la hermenéutica se ha inclinado al relativismo de la interpretación demasiado subjetiva; y hay que encontrar un balance de esto…" ; (39) la verdad puede ser una ilusión, un camino más no una meta; se busca o se persigue sin llegar necesariamente a ella, irónicamente se vive con ella. Una protagonista de la hermenéutica analógica es la prudencia al buscar la verdad que utiliza como herramienta la justicia, no se puede ser radical y tirano en la búsqueda de respuestas cayendo en la soberbia de la imposición de cánones limitando y desvalorizando el potencial humano solo porque algunos lo desconocen. Para Beuchot " el legislador tiene que acudir a la prudencia para emitir leyes que sean oportunas, adecuadas y que en verdad busquen el bien común" (40). En ocasiones el artista es un legislador del arte, cuando emite su juicio mediante su obra marca pauta e influye en el observador, en el interprete. Según sean sus "leyes" continuará vigente en representaciones subsecuentes, hasta el momento en que otro las cuestione.Es necesario juzgar desde distintos puntos principalmente desde el contexto del autor y de la obra, conocer sus argumentos, sus posturas, su verdad no debería ser una ocurrencia y posiblemente tenga datos precisos y cuestionables que marquen un origen, un rumbo y una meta; es menester del interprete extraer esos datos, en un ejercicio de análisis y síntesis explicarse el fenómeno en cuestión. Según Beuchot la hermenéutica analógica " nos ayuda a buscar interpretaciones sutiles pero equilibradas…sobretodo acude mucho a las distinciones, procura aplicar, siempre que puede, el arte de distinguir, los distingos que evitan la ingenuidad de la textualidad sin contextualidad y también la osadía descabellada de la contextualidad sin ninguna textualidad" . (41)
Notas
1. HEIDEGGER, Martín. Arte y poesía. FCE. México. 1958.
2. HARTMANN, Nicolai. Estética. UNAM. México, D. F. 1975
3. Cassirer, Ernst. El Mito del Estado. FCE. México. 1968. Pág. 8
4. Ibídem Pág. 48
5. Ibídem. Pág. 11
6. Ibídem. Pág. 55
7. Ibídem. Pág 12
8. Ibídem. Pág. 63
9. Cassirer, Ernst. El Mito del Estado. FCE. México. 1993. Pág. 225
10. Ibidem. Pág. 250.
11. Ibidem. Pág. 263.
12. Cassirer, Ernst. El Mito del Estado. FCE. México. 1993. Pág. 234
13. Ibidem. Pág. 257.
14. Ibidem. Pág. 258.
15. Paz, Octavio. El arco y la lira. FCE. México. 1972. Pág. 36
16. Ibidem. Pág. 67
17. Paz, Octavio. El arco y la lira. FCE. México. 1972 Pág. 68 .
18. Ibidem. Pág. 82
19. Heidegger, Martín. Arte y poesía. FCE. México. 1958. Pág. 37
20. Ibidem. Pág. 61
21. Heidegger, Martín. Arte y poesía. FCE. México. 1958. Pág. 66
22. Ibidem. Pág. 79
23. Heidegger, Martín. Arte y poesía. FCE. México. 1958. Pág. 90
24. Heidegger, Martín. Arte y poesía. FCE. México. 1958. Pág. 85
25. Ibidem. Pág. 61
26. Ibidem. Pág. 109
27. Bachelard, Gastón. La poética del espacio. FCE. México. 1957. Francia. Pág. 36.
28. Ibidem. Pág. 60
29. Ibidem. Pág. 176, 177
30. Bachelard, Gastón. La poética del espacio. FCE. México. 1957. Francia. Pág. 70.
31. Ibidem. Pág. 78
32. Coppola Pignatelli, Paola. Análisis y diseño de los espacios que habitamos. Ed. Pax México. México D.F. 2004.
33. Ibidem. Pág. 177
34. Beuchot, Mauricio. Perfiles esenciales de la Hermenéutica. FCE. México. 2008. Pág. 12.
35. Beuchot, Mauricio. Perfiles esenciales de la Hermenéutica. FCE. México. 2008. Pág. 21
36. Ibidem. Pág. 71
37. Ibidem. Pág. 73
38. Beuchot, Mauricio. Perfiles esenciales de la Hermenéutica. FCE. México. 2008. Pág. 89
39. Beuchot, Mauricio. Perfiles esenciales de la Hermenéutica. FCE. México. 2008. Pág.109.
40. Ibidem. Pág. 171
41. Ibidem. Pág. 162
Bibliografía
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