Arquitectura y Humanidades
Propuesta académica

Recomendaciones para la presentación de artículos y/o ensayos.


Heidegger hacia la poética arquitectónica.

Karina Contreras Castellanos

Introducción

"Pero lo que queda, lo instauran los poetas."
(Hölderlin, IV, 43).

"Todo arte es en esencia Poesía" [1] argumenta Martin Heidegger (Alemania: 1889 -1976), la Poesía como el vínculo básico entre las distintas disciplinas artísticas. Se refiere a Poetizar más allá del sentido restringido de la poesía en general. Por eso se hace la diferencia entre poesía y Poesía. Esto es que no significa que las demás artes estén subordinadas a la literatura. La Poesía que se encuentra en todas las artes en términos Heideggerianos es el verdadero camino para acercarnos a lo divino, al Ser Absoluto. Ya que los poetas fundan los nuevos alcances del lenguaje comunicando significados inéditos, y con esto amplían nuestra visión del mundo.

He elegido a este filósofo porque en el caso de mi tema de investigación: "Espacio arquitectónico, música para el alma" es esta idea de Heidegger, de que todo arte debe ser Poesía, la que sienta las bases del vínculo entre ambas disciplinas que atañen mi trabajo: música y arquitectura. "La poesía es una metafísica instantánea. En un breve poema, se debe dar una visión del universo y revelar el secreto de un alma, del ser y de los objetos al mismo tiempo" [2]. Por lo tanto la Arquitectura es Poesía cuando es digna, cuando no pierde su sentido, el de crear espacios para el beneficio del ser humano que le ofrezcan mucho más que sólo un techo sobre su cabeza. La Poética de la Arquitectura debe provocar y conmover a quien la habita y la experimenta, llegando a su interior. Espacios que se alojan en la memoria, que nos apropiamos, que propician la reflexión, el disfrute de la vida y cultivar la dimensión espiritual, espacios que preservan y desarrollan nuestra esencia, espacios que nos acompañan en la vida cotidiana, pero están diseñados para proporcionar una poética del habitar en armonía con el entorno, con la tierra, el cielo y lo divino.

Poetizar la arquitectura no se limita a espacios de gran envergadura. La Poesía tendría que estar presente siempre en los proyectos a cualquier escala, para habitar, para recorrer, para trabajar, o sólo transitorios. No se nos debe olvidar la dimensión humana de la Arquitectura y al vivir rodeados de espacios a lo largo de toda nuestra existencia, estos deberían inspirar nuestra vida e incluso a nuestros anhelos de trascendencia.

Poética, Habitar y otros conceptos de la filosofía de Heidegger

"...Y los signos son, desde tiempos remotos, el lenguaje de los dioses."
(Hölderlin, IV, 135).

Heidegger desarrolla su pensamiento influenciado por la fenomenología de Husserl y el nihilismo de Nietzsche. Pero marca un parte aguas en la filosofía al cuestionar su base: lo que es el Ser, y no lo da por hecho como otros pensadores. Para él al Ser Absoluto no lo podemos conocer del todo, sólo tenemos la capacidad de ver sus manifestaciones. Este Ser es divino, inabarcable e inaccesible. Coloca al ser humano (Dasein) entre el Ente (todo lo que existe y se halla sujeto al tiempo, fenómenos y lo sensorial pero carece de conciencia) y el Ser Absoluto divino que no está sujeto al tiempo. Dasein es la esencia como seres humanos, es el ser ahí, el ser en el mundo con conciencia, la existencia humana cuyo límite es la muerte. El Dasein debe permanecer abierto al mundo, a los demás, al Ser, y vaciarse para permitir que las cosas sucedan y percibir sus manifestaciones, dándole sentido a su vida. Heidegger describe tres características básicas del ser ahí: el mundo, la finitud y la soledad.

El mundo que habita es la totalidad o plenitud, y al ser el estado de "entero" no puede fragmentarse en fenómenos dispersos, es el conjunto de todo lo real, de lo encarnado y de lo concreto. La finitud o "modo fundamental de nuestro ser", se refiere a la muerte que nos define como seres humanos, ya que es parte intrínseca de nuestra existencia finita. Este proceso de finitud o "devenir finito" ser realiza en soledad. La soledad es necesaria para separar la individualidad del Dasein del resto del mundo, no como simple hecho social, sino como diferenciación y como nostalgia. El hombre es soledad por su nostalgia por el Ser Absoluto, al cual anhela, percibe, pero no puede alcanzar en su totalidad. Olvidamos la nostalgia al evadirnos, pero al olvidarla también dejamos de lado la búsqueda de la verdad y de lo divino, y de nuestro sentido existencial.

Por ello el hombre debe evitar una existencia impropia, debe optar por el cuestionamiento, sin falsos consuelos y sin evasiones. Empezando por aceptar la inaccesibilidad al Ser, pero aspirando a percibirlo en momentos en los que se está vacío para llenarse de él, aunque esto sólo sean fragmentos de su resplandor, con ello el alma se siente plena. El camino del arte, pero sobre todo el de la Poesía es el que nos ayuda a acercarnos a esa inmensidad y perfección del Ser, al cual añoramos. Al aceptar la ausencia del Ser podremos entonces emprender su búsqueda, la búsqueda de la verdad y tal vez algún día rozar la divinidad. Para el pensamiento griego el término usado para designar al arte se refería no a la mera ejecución práctica de un objeto estético o con ciertas cualidades de belleza. El significado era mucho más amplio y explicaba una especie de saber cómo capacidad de ver y percibir lo presente más allá de la superficie. Y la esencia del saber yace en la desocultación del ente y en revelar al Ser oculto en el arte [3].

Entonces la Poesía es la revelación de la verdad vinculada con lo divino, con el Ser Absoluto. La Poesía y el arte que Poetiza entonces nos acercan a este Ser, de ahí su importancia y trascendencia, pues nos llevan más allá de lo superficial, de lo terreno. Conectan nuestra alma hacia otras dimensiones y planos superiores, ayudándonos a darle sentido a nuestra existencia. El lenguaje es el precursor en la evolución del arte, antes de que exista un cambio significativo en las disciplinas artísticas, esta ruptura o cambio se da primero en la Poesía. El lenguaje hace posible el pensamiento, y con ello la expresión de nuestra visión del mundo, por medio de él expresamos nuestras percepciones, las comunicamos, las transformamos y las aprendemos. Pero de este, el lenguaje poético es el más libre, ya que permite atisbar lo indescriptible, describir lo imaginario y salir de la dimensión terrena, metaforizando sensaciones, sueños y emociones.

Por eso Heidegger elige a la Poesía como el camino a la verdad. Y dentro de la Poesía toma al romanticismo alemán como inspiración, ya que uno de los temas principalmente desarrollado por sus exponentes fue el de la nostalgia. De ahí que eligiera al poeta alemán Friedrich Hölderlin para analizar en su trabajo la esencia de la poesía [4], pues en su obra se hallan matizadas las distintas formas de nostalgia, como el mundo de los sueños o la reflexión sobre el pasado. "Hölderlin no se ha escogido porque su obra, como una entre otras, realice la esencia general de la poesía, sino únicamente porque está cargada con la determinación poética de poetizar la propia esencia de la poesía. Hölderlin es para nosotros en sentido extraordinario el poeta del poeta" [5]. También lo elige porque coincide con su nostalgia hacia la muerte de los dioses. Hölderlin Y Heidegger comparten esta idea de Nietzsche, la falta de Dios: "La falta de dios sólo significa que ningún dios sigue reuniendo visible y manifiestamente a los hombres y las cosas en torno a sí estructurando a partir de esa reunión la historia universal y la estancia de los hombres en ella. Pero en la falta de dios se anuncia algo mucho peor. No sólo han huido los dioses y el dios, sino que en la historia universal se ha apagado el esplendor de la divinidad. Esa época de la noche del mundo es el tiempo de penuria, porque, efectivamente, cada vez se torna más indigente. De hecho es tan pobre que ya no es capaz de sentir la falta de dios como una falta" [6].

Para Heidegger los poetas son los mensajeros de los dioses, ya que la poesía es la aspiración a lo divino. Así por medio de ella se establece una conexión del hombre con lo terreno y lo celeste, los mortales y el Ser divino, cuatro elementos cuyo concepto nombró como la Cuaternidad. Este pensador también hace un acercamiento profundo a conceptos directamente ligados a la Arquitectura, principalmente en su ensayo "Construir, habitar, pensar" utilizado para la conferencia que leyó en el Darmsträder Gespräch en 1951 ante varios arquitectos que deberían reconstruir las ciudades tras el paso de la Segunda Guerra Mundial. Empieza por analizar el término alemán bauen que significa construir y viene de buan que significa habitar. Por lo tanto construir es propiamente habitar. Habitar es el fin que preside todo construir. Define al habitar como la actividad que permite al Dasein reafirmarse en su yo soy, que permite la interacción de la Cuaternidad, que abriga, que cuida y que permite cultivar (producir) al hombre. Habitar no es sólo residir y permanecer, es también construir, es la manera en como los mortales son en la tierra, y construir como habitar es cuidar y erigir.

"No habitamos porque hemos construido, sino que construimos y hemos construido en la medida en que habitamos, es decir en cuanto que somos los que habitan" [7]. El habitar nos da sentido de pertenencia e identidad. Su objetivo es poder permanecer en un sitio en paz, cuidado y satisfecho. Cuidar no sólo preservando, si no conservando la esencia de algo. Los espacios que habitamos deben de conservar nuestra esencia y permitirnos estar en paz "Los mortales están en la Cuaternidad al habitar" [8]. El hombre reside en la tierra, abajo del cielo y permanece ante los divinos, y forma parte de la comunidad de la humanidad junto a otros hombres. Pero el habitar del hombre se encuentra conforme cuida la esencia de la Cuaternidad, en la medida en que salva la tierra, en la medida en que respeta al cielo, en la medida en que espera a los divinos y en la medida en que conduce su propia esencia hacia la muerte, aceptando su existencia como algo finito de lo que debe hacer algo con sentido.

El hombre habita cuando vive en armonía con su entorno y lo preserva. Lugar, Memoria y Naturaleza contra Espacio, Tiempo y Técnica ideas del enfoque que en la modernidad prevalecía. Son los lugares de la Cuaternidad los que pueden devolver al hombre contemporáneo una dignidad que la técnica contrapuesta a la naturaleza elimina [9]. El habitar permite generar un espacio vacío para contener y permite estar al Dasein. Al igual que en el ser humano debe vaciarse para poder contener las manifestaciones del Ser Absoluto, también debe existir este espacio en su hábitat. Todas estas características del habitar son las que permiten construir, erigir con un espacio libre para cuidar y producir. Construir espacios donde se pueda habitar, esto es donde se cuiden las esencias de las cosas y del ser humano junto con los otros tres que forman la Cuaternidad. Construir es el proceso de transformar el espacio genérico a un espacio habitable, aquel que es propicio para llegar a lo profundo de la dimensión humana. Sólo si somos capaces de aprender a habitar seremos capaces de aprender a construir, ahí reside el pensar, la reflexión sobre el profundo significado y repercusión de crear espacios para la vida del hombre, debemos como arquitectos pensar para el habitar.

Descubriendo la Poética en la Arquitectura

"Pleno de méritos, pero es poéticamente como el hombre habita esta tierra." (Hölderlin VI, 25)

Entonces para habitar se requiere Poesía, por lo tanto la Arquitectura debe ser Poesía, al ser capaz de proporcionar espacios de dignidad habitable. Tiene que generar diseños con las condiciones adecuadas para conservar esta Cuaternidad y acercar al hombre con lo divino. Cualquier espacio que no contemple alguno de los aspectos de la Cuaternidad y del real habitar y construir está por lo tanto incompleto. No sólo está obligada a satisfacer una función para resolver necesidades de subsistencia básica, se requiere propiciar el enriquecimiento de la existencia e incitar la reflexión e introspección que ayude a una transformación interna en búsqueda de la armonía, lo espiritual y la trascendencia. La Arquitectura debe generar Poética del Habitar. El espacio arquitectónico generado desde el proceso creativo debe ir más allá de sus tres dimensiones físicas, debe incluir al tiempo e ir más allá de sus fronteras. La experiencia que el individuo tiene de un espacio trasciende las dimensiones físicas, por eso no es suficiente con ellas para que un espacio se habitable más allá de un mero espacio genérico.

Teóricos de la arquitectura, como el arquitecto catalán Josep Muntañola, han desarrollado el tema de la Poética en la arquitectura a partir de posturas filosóficas como las de Aristóteles, Kant y Heidegger. El arquitecto plantea el concepto de la Topogénesis, el cual explica como la génesis de los lugares y de una arquitectura que no se limita a los efectos superficiales, sino que diseña en profundidad una poética del habitar, que él describe como aquella que atraviesa un laberinto entre la imaginación y la sensación. También analiza las distintas estrategias de invención de objetos arquitectónicos con capacidad poética a partir del creciente énfasis en ello en la posmodernidad que ha roto con los conceptos modernos de función y forma. Su análisis lo basa en descubrir en las estrategias de diseño de algunos arquitectos en sus obras, las distintas conexiones que la poética del objeto arquitectónico consigue establecer entre el construir, habitar y pensar de Heidegger. Pare él la Poética representa los mitos y argumenta que la única manera de representarlos es reactivarlos, lo cual sólo lo logran resolver los artistas de una gran capacidad metafórica.

Muntañola propone que la calidad poética de un objeto está en su representación, acompañada por acciones, personajes, ideas y argumentos. En el caso de la arquitectura a lo anterior se tiene que sumar su función. El arquitecto o artista creativo que es capaz de transmitir una idea con la complejidad de coordinar función y forma podrá aspirar a la creación poética. Como en la literatura, la trama, la estructura de la obra, es lo que garantiza la calidad de la representación, en el momento que la arquitectura sea vivida por alguien. Un poeta es capaz de relacionar las complejidades necesarias en la obra, así lo hará un arquitecto al poetizar su proyecto. La experiencia estética será el fruto de la composición de esa complejidad.

El Refugio de Heidegger

"El hombre ha experimentado mucho, nombrado
a muchos celestes, desde que somos un diálogo
y podemos oír unos de otros."
(Hölderlin, IV, 343)

En la conferencia antes mencionada de 1951, Heidegger describió su refugio, la cabaña que habitaba en Todtnauberg, en la Selva Negra alemana. En ella y en su entorno natural, el pensador encontraba las condiciones necesarias de paz y tranquilidad para trabajar, como en 1926 cuando terminó ahí de escribir "Ser y tiempo". Es una casa rural de hace aproximadamente dos siglos atrás, rodeada de la naturaleza propia de la región. Heidegger va narrando como la casa está diseñada para estar en total armonía con su contexto natural, y por lo tanto con la Cuaternidad: "…la casa en la ladera de la montaña que está a resguardo del viento, entre las praderas, en la cercanía de la fuente. Le ha dejado el tejado de tejas de gran alero, que con la condición adecuada, sostiene el peso de la nieve, y llegando hasta muy abajo, protege las habitaciones contra las tormentas de las largas noches de invierno. No ha olvidado el rincón para la imagen de nuestro Señor, detrás de la mesa comunitaria; ha aviado en la habitación los lugares sagrados para el nacimiento y el árbol de la muerte, que así es como se llama allí el ataúd…."[11].

Nos describe una casa para la Cuaternidad, donde el adaptarse a su entorno es adaptarse a la Tierra y el Cielo, dónde el rincón para lo divino deja entrar el resplandor del Ser Absoluto y la conexión espiritual, y dónde también se ha pensado el espacio para nacer, vivir y morir, en esta existencia finita del Dasein. El sujeto que habita una casa, también la va construyendo al habitarla. "La casa de Heidegger es la manifestación de los conflictos existenciales con el tiempo, lo que simplificando hemos denominado nostalgia, el producto de una idealización de la densidad y firmeza del pasado frente a la banalidad del presente" [12]. El refugio de Heidegger ejemplifica su pensamiento, es ejemplo del espacio que propicia el habitar, el construir, de la nostalgia del ser humano que invita a la introspección, y todo ello se traduce en Poesía.

Conclusiones: ejemplos de Poética Arquitectónica

"Mediante mis obras no intento querer producir
emociones, sino dejar que las emociones se expandan."
(Peter Zumthor, 2010).

La Poética Arquitectónica por supuesto no se limita a espacios para vivienda o religiosos debe extenderse a cualquier género, escala, función, rango económico, cultural y temporal. La idea se ha desarrollado a lo largo de la historia de la arquitectura, y después de las reflexiones de Heidegger. Se Poetiza a la arquitectura desde el proceso de análisis y diseño que requiere. El arquitecto se transforma en poeta cuando trabaja para crear espacios para el bienestar humano físico, mental y espiritual. Pueden existir varias estrategias para conseguir plasmar poesía en el objeto resultante del proceso creativo, pero es sólo hasta que el individuo que la usa la experimenta cuando el ciclo poético se consuma.

La experiencia del espacio arquitectónico debe conmover y provocar al alma humana, no importando la temporalidad cuantitativa de esta. Ya sea una experiencia momentánea o cotidiana de habitar, la arquitectura tiene que propiciar instantes poéticos en la vida del hombre. El instante poético es aquel momento complejo, que conmueve, prueba, invita, consuela, es sorprendente, familiar y trasciende el tiempo. Y según Gastón Bachelard se crea cuando el poeta la razón y la pasión como una relación armónica entre dos opuestos [13]. Y para ello se puede partir de la base de los conceptos de Heidegger sobre la Poesía, el habitar, el construir y el Ser en el mundo. A continuación se proponen algunos ejemplos de Poética Arquitectónica, donde sus autores han sabido llegar al alma humana desde su propia reflexión e introspección sobre su idea del mundo y de los efectos que sus espacios pueden crear en la vida de los seres humanos.

Capilla Notre Dame du Haut, Ronchamp, Francia (1951- 1955)


Obra del arquitecto Le Corbusier, su análisis debe partir desde el recorrido que se hace para llegar a su emplazamiento, en lo alto de una montaña. Ese recorrido permite ir descubriendo el entorno natural que envuelve a la obra, para después dejarla por completo. El diseño de Le Corbusier partió de un estudio histórico-geográfico del lugar, y de sus experiencias previas y de su admiración por lugares como la Acrópolis griega e incluso analogías con la Villa de Adriano en Tívoli, de donde se basó para el diseño de iluminación. Se proyectó un recorrido, donde los mismos elementos nos van llevando a girar junto con el edificio para ir apreciando distintas perspectivas del mismo.

Esta es una estrategia utilizada por Le Corbusier en otras obras, creando esta expectativa antes de entrar al corazón del edificio, que en este caso es el interior de la Capilla de los Peregrinos. El arquitecto interpretó el contexto natural y geográfico para dar forma a la capilla, tomo en cuenta su emplazamiento y la vista que tendría desde lejos. Sus curvas están inspiradas en la silueta de las montañas. La orientación para el diseño de la luz fue cuidadosamente estudiada. Sus fachadas norte y oeste, cóncavas y cerradas envuelven el espacio interior; la sur y este convexas reciben por entero a la luz. Así logra los efectos de contraste entre luz y sombra que se expanden en el espacio interior que envuelve a quien lo vive dentro de un aire místico.

En este proyecto Le Corbusier pensó en analogías a la naturaleza para dar forma a la capilla, como lo fue el caparazón de un cangrejo, pero esto a su vez propició una búsqueda no sólo formal sino de una nueva solución estructural para la cubierta del edificio. De la complejidad del diseño del arquitecto, que entre otros aspectos incluyó una serie de ajustes ópticos para dar efectos como el que al interior no se lea exactamente la forma externa, está la metáfora al cosmos absolutamente poética. "Internamente, el techo, cayendo en curva, parece que flotara, ayudado por la cinta de luz entre este y la pared… Al fondo, la imagen de la virgen aparece iluminada y flotando en un cielo estrellado, el cual en forma curva, apunta al infinito. Una franja vertical de luz, la tercera entrada, establece la correspondencia interior-exterior, por el doble uso del altar y además apunta al este. Y a ese mismo lugar, y no hacia el altar como las iglesias tradicionales, apuntan los bancos… es la metáfora del más allá a donde nos dirigimos y que es al mismo tiempo origen y fin de las cosas" [14]. Esta obra reúne al arte en armonía con la naturaleza y permite ese acercamiento al Ser Absoluto, a lo divino en su recorrido y vivencia del espacio es un poema de luz que conecta con lo espiritual.

Capilla Campestre Brother Klaus, Alemania (2007)

Esta capilla dedicada al Santo Nicholas von der Flüe conocido como Brother Klaus en Alemania es producto de la donación dos granjeros y es de la autoría del arquitecto Peter Zumthor. Esta capilla pretende la discreción y serenidad, y el recorrido austero y sutil desde su contexto campestre al interior. Está formada de una estructura de 12 metros de altura que tiene como acceso una puerta metálica triangular que es casi una hendidura en el volumen. Al exterior es un prisma rectangular, sin embargo, al interior el espacio es irregular, modelado como resultado de su técnica constructiva. Existe una entrada de luz superior que es una ventana en forma circular, la cual también permite la entrada de la lluvia. Además de contar con otras perforaciones en todas las caras para posibilitar otros juegos de luz.

Zumthor tiene la capacidad poética de manejar las distintas complejidades del objeto arquitectónico, como la tecnología aplicada a la construcción, la experimentación de materiales y la sutileza de efectos que crea en el espacio, en este caso el manejo de la luz al interior y el matiz sublime de permitir a la lluvia entrar y resbalar por la textura de los muros. En este proyecto involucró mano de obra local, a los granjeros y sus conocidos. Para su construcción se utilizaron 112 troncos de árbol dispuestos en forma de cabaña que a su vez fueron revestidos por varias capas de concreto, en una técnica llamada "concreto enramado". Estas capas de concreto se lograron virtiendo diariamente el material sobre los troncos de madera. El proceso duró 24 días, dando como resultado una textura similar a la tierra enramada y obteniendo paneles que actúan como aislantes térmicos para proteger del clima exterior. Al final se quemó la madera al interior para dejar únicamente la estructura de concreto. Este proceso fue realizado por minero utilizando el mismo sistema para hacer carbón, dejando el interior carbonizado. El piso de la capilla fue cubierto con plomo fundido en sitio, y con ello se ubicó una escultura.

Peter Zumthor es un arquitecto cuya trayectoria también está en constante relación con su reflexión personal: "En mi juventud me imaginaba que la poesía era una especie de nube de color de metáforas y alusiones más o menos difusas, de la que, en determinadas circunstancias, se podía gozar, pero que se hacía difícil conectarla con una visión vinculante del mundo. Como arquitecto, he aprendido a entender que probablemente se acerca más a la verdad lo contrario a esta idea juvenil. Una obra arquitectónica puede disponer de calidades artísticas si sus variadas formas y contenidos confluyen en una fuerte atmósfera capaz de conmovernos. Este arte no tiene nada que ver con configuraciones interesantes o con la originalidad. Trata sobre la visión interior, la comprensión y, sobre todo, la verdad" [15] Sus conclusiones coinciden con las de la Poética Arquitectónica que llega a la conmoción del alma humana que se han mencionado antes.

En otro de sus ensayos también medita sobre el pensamiento de Heidegger: " El concepto del habitar, entendido tan ampliamente como lo hace Heidegger, un vivir y un pensar lugares y espacios, encierra una indicación precisa de aquello que para mí, como arquitecto significa la realidad. La realidad de las teorías desprendidas de las cosas no es la que me interesa, sino que es la realidad de la tarea constructiva concreta, cuya finalidad es ese habitar hacia la que quiero dirigir mi fantasía. ….La realidad de la arquitectura es lo concreto, lo convertido en forma, masa y espacio, su cuerpo. No hay ninguna idea fuera de las cosas" [16]. Con esto también se puede apreciar la influencia de las ideas del filósofo alemán, las cuales aún repercuten en el pensamiento de los hacedores de la arquitectura contemporánea.

Sobre la poética en la obra de Barragán

"Mi casa es mi refugio, una pieza emocional de arquitectura,no una pieza fría de conveniencia. Creo en una arquitectura emocional… si hay varias soluciones técnicas a un problema, la que le transmite al usuario un mensaje de belleza y emoción, eso es arquitectura. Una obra de arquitectura que no expresa serenidad no cumple con su misión espiritual…" (Luis Barragán , 2000) Por último me gustaría hacer una breve reflexión sobre la arquitectura del arquitecto mexicano Luis Barragán (1902-1988).

Esto con el afán de aclarar que no sólo los proyectos de género ritual o religioso como los antes mencionados alcanzan cualidades poéticas. Si bien Barragán también diseñó una capilla que nos incita a la conexión con lo divino, como lo es la que se halla en el Convento de la Capuchinas en la Ciudad de México, es palpable su poética en obras que diseñó para otros géneros y funciones. Tanto que se le ha denominado arquitectura emocional. Barragán desarrolló su estilo y pensamiento desde las memorias de su infancia y juventud en el rancho de su padre, sus experiencias de vida hasta los anhelos de su imaginario influenciado por filósofos, santos, artistas y escritores. Su biblioteca estaba plagada de obras de personajes como San Francisco de Asís, Marcel Proust, Séneca, Pascal, Baudelaire, Unamuno, Claudel, García Lorca o Carlos Pellicer.

La intensidad y profundidad de Luis Barragán queda plasmada en su arquitectura. El origen de ello debe partir de sus mitos, filosofía, valores, influencias y motivaciones, que juntas en su interior se expresaban al exterior poéticamente, incluso en sus palabras, las cuales podemos leer en algunos textos donde se manifiestan sus reflexiones: "La belleza es una forma del genio; más alta en verdad, que el genio, pues no necesita explicación. Es una de las grandes realidades del mundo, como el sol o la primavera, o el reflejo en el agua oscura de esa concha de plata que llamamos luna… A la belleza el tiempo no la puede dañar. Las filosofías se derrumban como arena; pero lo que es bello es un goce para todas las estaciones, una posesión para la eternidad…" [17]. Pensador profundo, a solas con su alma y la realidad de las cosas, el arquitecto meditaba en su interior. En una entrevista que le hizo Elena Poniatwska a Luis Barragán en 1976, le preguntó por qué lo comparaban con el pintor italiano De Chirico, a lo que él responde: "por las terrazas y los patios de una gran soledad" [18]. Pero la suya es una soledad que no raya en la tristeza, tal vez evoque nostalgia, pero a su vez es cálida, de experiencia interna en búsqueda de la serenidad.

Creador de varios proyectos, sobre todo los de su madurez alcanzan la calidad poética. Jay A. Pritker calificó su trabajo como "un acto sublime de la imaginación poética". Barragán fue un poeta del paisaje y de la luz, incorporaba la vegetación y los claro oscuros en sus espacios, y el agua era otro elemento presente para reflejar, para crear sonido, para despertar todos los sentidos. Su estrategia era la capacidad de plasmar su sensibilidad en el objeto arquitectónico. Obras como el Pedregal, Las Arboledas, la Casa Gilardi, el Convento de Capuchinas, la Casa Ortega y su propia Casa en Tacubaya nos regalan al experimentarlas la provocación interna, conmueven al alma. Crean Poética del habitar, del recorrer, del contemplar, del vivir, aún hoy si nos dejamos envolver por la serenidad de sus espacios. Sin importar su género o su función, esta Arquitectura nos transmite desde el exterior y por los sentidos la interiorizamos y nos emociona. Son lugares donde cabe la Cuaternidad de Heidegger, pues podemos sentir la conexión entre nuestra finitud, la Tierra, el Cielo y lo Divino, lugares donde puede estar el ser en el mundo e inspirarse. Por eso ha trascendido la obra de este arquitecto, por su capacidad de Poetizar al mundo a través de la Arquitectura.

Notas

1 Heidegger, "Martin; Arte y Poesía", México: FCE, 2006, p. 96.
2 Bachelard, Gastón, "El Derecho de Soñar", España: FCE, 1970, p. 226.
3 Heidegger, op. cit., p. 82.
4 Heidegger, op. cit., p.107.
5 Heidegger, op. cit., pp. 107,108
6 Heidegger, Martin, "¿Y para qué poetas?" Fragmento del libro: Caminos del Bosque. Recuperado de: http://www.olimon.org/uan/heideggery_para_que_poetas.pdf. Consulta electrónica: diciembre 3, 20112, p.2.
7 Heidegger, Martin, "Construir, Habitar, Pensar", Traducción de Eustaquio Barjau, España: Conferencias y artículos Serbal,1994, p. 3
8 Heidegger, op. cit., p. 4
9 Ábalos, Iñaki, "La buena vida", España: G. Gili, 2001, p. 49.
10 Muntañola, Josep, "Topogénesis. Fundamentos de una nueva arquitectura", España: Ediciones UPC, 2000, p. 11.
11 Ábalos, op. cit., p.49.
12 Ábalos, op. cit., p.50.
13 Bachelard, Gastón, "El Derecho de Soñar", España: FCE, 1985, pp. 227-228.
14 Muntañola, Josep; Khôra, "Arquitectura y Cultura: Nuevos Paradigmas", España: Ediciones UPC 1988, p. 124.
15 Zumthor, Peter, "Pensar la Arquitectura", España: G. Gili, 2010, p. 19.
16 Zumthor, op. cit., pp. 36,37.
17 Riggen, Antonio, "Luis Barragán. Escritos y Conversaciones", Madrid: El Croquis, 2000, p.41.1955: Reflexiones sobre los temas: la belleza, el artista, la realidad y el arte, a partir de la realidad de Oscar Wilde. 18 Ídem. Extracto de Luis Barragán. Entrevista por Elena Poniatowska. México, 2000, p.119.

Bibliografía


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Bachelard, Gastón, "El Derecho de Soñar", España: FCE, 1970.
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Karina Contreras Castellanos