Arquitectura
y Humanidades
Propuesta
académica
"Hacia un nuevo humanismo", de Samuel Ramos
Ed. Fondo de Cultura Económica. México. 1962.
Carlos I. Castillo C.
"Lo espiritual y lo material han adquirido la existencia como dos mundos aislados que apenas se tocan" [1].
En su obra Hacia un nuevo humanismo, el filósofo mexicano Samuel Ramos, elabora un estudio del ser humano integral al que nos hace referencia el Arquitecto José Villagrán con su definición de arquitectura en su Teoría de la Arquitectura, encontramos aquí la más importante relación entre este texto de índole filosófica y la práctica de los arquitectos, el conocimiento del ser humano.
Nos explica Ramos que a partir del pensamiento Moderno en que se privilegió a la razón y se puso al pensamiento como algo fuera del campo de estudio del Método Cartesiano, se le adjudicó rápidamente un lugar en la categoría ontológica del espíritu; comenzando en ese momento el entendimiento de la existencia humana en una dualidad, explicando todo lo que en ella sucede dentro del campo de lo físico y lo espiritual, como si se hablara de dos estados de conciencia ajenos entre sí.
Lo que sugiere el autor en esta obra es observar que todo lo que sucede en la experiencia humana ocurre de manera simultánea tanto dentro del orden físico como en el espiritual. Pues el ser humano existe en una sola realidad que se compone de múltiples experiencias superpuestas que al final conforman la realidad compleja del ser humano integral al que nos refiere Villagrán.
Esta obra se encuentra más que vigente en nuestros días, ahora que se tiene primordial interés por comprender la manera en que el hombre vive en el mundo y la forma en que este crea impactos en su experiencia de vida. La base de este conocimiento, como explica nuestro autor es el estudio de la fenomenología, donde se explica la convergencia entre las dos maneras de existir del ser humano, lo físico y lo espiritual.
Con respecto a la obra de arte en general, incluyendo aquí a la obra urbano arquitectónica, Samuel Ramos nos explica como ante la prioridad por la apariencia material de las cosas es común que se deje de lado el contenido y se realicen numerosas obras de pobre calidad de contenido pero llevadas a cabo con una buena técnica, convirtiendo esto en una especie de nuevo paradigma de la realización artística. Cosa que no justifica a una obra como un producto exitoso.
"En la actualidad es frecuente que pasen por obras maestras, ante la ingenua admiración de los amantes del arte, producciones de una calidad muy dudosa, pero realizadas con una técnica brillante e ingeniosa. La ciencia y la filosofía no se han librado de la influencia maléfica de este fetichismo moderno."
Para los arquitectos es fundamental conocer al ser humano a fondo. Nos encontramos cada vez más en necesidad de aprender sobre las personas para quienes realizamos nuestras obras. Necesitamos ir más a fondo cada vez y estudiar la relación de los fenómenos en el mundo con la existencia humana. Aprender a reproducir los fenómenos que ocasionen una mejor experiencia de vida y así desencadenar una serie de factores positivos que propicien una actividad humana integral y satisfactoria.
Es urgente para nosotros hacer arquitectura para el ser en su totalidad. Rescatar al ser humano que ahora vive atentamente en la existencia física e ignora su espiritualidad. Obras como esta son fundamentales para aprender a hacer esta nueva arquitectura.
Notas
1. Samuel Ramos. Hacia un Nuevo Humanismo. FCE. México. 1962. pág. 3