Arquitectura y Humanidades
Propuesta académica

Recomendaciones para la presentación de artículos y/o ensayos.

Arquitectura, lugar y ciudad I

 

Introducción

Las arquitecturas tienen un lugar de emplazamiento. Esta obvia aseveración conlleva una serie de reflexiones que obligan al arquitecto y a los críticos a generar propuestas sobre cómo debería responder la forma arquitectónica a ese entorno físico y a la cultura que rige ese lugar. Las posturas teóricas sobre cómo deben responder las formas arquitectónicas a sus emplazamientos pocas veces coinciden con los objetos construidos y son pocas las arquitecturas que, en estos términos, reciben los elogios conjuntos de críticos, arquitectos y habitantes. Estas posturas, que se erigen de alguna manera como referencias morales de la arquitectura, dividen, de manera muy genérica, la visión del lugar en dos vertientes: la que ve al lugar como algo virgen, que es y existe previo a cualquier intervención humana y que, hoy más que nunca, debe ser respetada como la madre naturaleza que es, y aquella que entiende al lugar como producto de la intervención humana, es decir, que es el hombre quien, al erigir un punto de referencia -un menhir, por ejemplo- en la naturaleza salvaje e incomprensible, le da sentido al caos, lo racionaliza, lo entiende y lo nombra, y es posible entonces hablar de lo que está allí o allá. Desde la construcción del menhir hasta nuestros días, el conjunto de arquitecturas ha dado paso a la fundación de lugares como el pueblo, la urbe, la metrópoli, en donde el cambio constante de estilos hace cada día más compleja la lectura del entorno y más diversos los contextos físicos y culturales a los cuales ajustar los objetos arquitectónicos.

Federico Martínez Reyes