Arquitectura y Humanidades
Propuesta académica

Recomendaciones para la presentación de artículos y/o ensayos.

¿Qué lugar ocupa el niño en la metrópoli?

Norma Guadalupe Martínez Arzate

Esta breve reflexión sobre los espacios de los niños es el resultado de la observación directa, de lecturas relacionadas con el tema y de la opinión personal, es importante mencionar que la visión que se presenta no indica un modo concluyente de conceptualizar o de entender tan amplio contenido. El espacio es una variable fundamental de la arquitectura, ésta es en sí espacio, no obstante es más importante aún la manera en que es percibido por el hombre, lo anterior se refiere principalmente a la percepción poética emocional de los espacios más que a la percepción visual de la arquitectura [1]. Ya que la percepción es el resultado de un acto del individuo que le permite aproximar al objeto a sí mismo, [2] puede considerarse como una acción individual, íntima y única, que evoluciona a través de cada etapa cronológica, esto provoca que algunos espacios adquieran un mayor significado y apropiación que otros; así observamos que existen espacios para los hombres, las mujeres, los ancianos y los niños y la percepción es diferente en cada uno. A consecuencia de la estandarización del diseño, estos espacios tienden a desaparecer o perder su identidad como tal para constituirse en espacio masificado.

En la metrópoli, este hecho ha causado la (des)aparición de espacios o el cambio de uso de los existentes con el afán de resolver las necesidades demandantes de la población. No siempre dichos cambios o sustituciones son fortuitos, la mayoría de las veces contribuyen al detrimento de la calidad de vida del hombre. Retomando la inquietud de un joven arquitecto al plantear la pregunta: ¿Qué lugar ocupa el hombre en la metrópoli? [3], la hago extensiva a un sector de la población hasta cierto punto desprotegido: los niños.

A finales de 1989 en la sede de la ONU se llevó a cabo la Convención sobre los Derechos del Niño, representantes de diferentes naciones acordaron algunos puntos para la protección, provisión y participación de los niños, los acuerdos que integran dicho documento aspiran a mejorar la vida del niño, en general se especifica como obligación de los adultos pensar muy bien en el futuro del niño y el respeto a sus opiniones [4]. A once años del encuentro dichos convenios se cumplen parcialmente. En el ámbito de la arquitectura, el niño debe ser considerado un ser demandante y usuario de la arquitectura [5]. El arquitecto debe contemplar ciertas características como son: personalidad, cultura, situación, género, edad, expectativas, etc., que permitan al niño desarrollar su dimensión imaginaria, con el fin de lograr que actué en sinomorfia [6] con el ambiente. En las ciudades, los diseñadores urbanos y los arquitectos no siempre toman en cuenta las necesidades de los niños, el resultado son espacios aptos para adultos no para niños. Un ejemplo es la altura a la que se ubican los sanitarios, lavabos, ventanas en los edificios públicos, instalaciones educativas, hospitales, multifamiliares, los teléfonos públicos, los pasos peatonales, los accesos y las calles, lo cual implica efectos fisiológicos, de salud, de conducta, de subjetividad.

Para un niño es difícil enfrentarse al mundo porque no cuenta con elementos suficientes para hacerlo, si para un adulto resulta estresante vivir en la metrópoli para un niño lo es más, su capacidad de resistencia al stress ambiental (ruido, hacinamiento, contaminación visual, auditiva) es menor debido a su falta de experiencia. Además el vivir en condiciones cada vez menos recomendables niega la oportunidad de desarrollar totalmente su potencial físico y mental [7]. Es necesario distinguir si se trata de niños de la calle, niño urbano o niño rural, ya que la percepción difiere también a este nivel. J. Urbina Soria asegura que los ambientes (escenario edificado) provocan actitudes en la gente, es decir que el escenario sugiere la conducta [8]. Esto nos lleva a entender porqué los niños del sector rural tienen una experiencia espacial más rica que los que viven en la ciudad, del mismo modo los niños de la calle se adaptan rápido a situaciones circunstancias adversas, para Dubos esta condición causa la necesidad de evaluar los costos a largo plazo de dicha situación [9].

"Cansada de ese juego, caminaba sin objeto hacia la proa,
cuando le vino súbitamente la idea fulgurante de que ella era ella"
(Gastón Bachelard, 2005)

Los espacios de los niños



Fotografía 1. Cecilia Posada

Los espacios de los niños, como tal, surgen a principios del siglo XX; en épocas anteriores no existían espacios destinados específicamente para ellos, pues la educación que recibían no lo permitía, las niñas se dedicaban a actividades que las preparaba para ser futuras amas de casa y los niños eran entrenados para ser militares o religiosos [10].

Actualmente, los espacios destinados a los niños en las ciudades son escasos y por cuestiones de seguridad el niño es obligado a permanecer más tiempo dentro de su casa. Con la aparición del cyberspace y la comercialización de nuevos aparatos infantiles como el Play Station, el niño pasa la mayor parte de su tiempo libre frente a la televisión o la computadora. Estos programas provocan que los niños desarrollen su imaginación en menor grado que si ellos mismos crearan sus propios juegos. Igualmente, la falta de interés de los diseñadores para hacer propuestas incluyentes beneficia esta situación. Generalmente, en el diseño de la vivienda no se toma en cuenta la presencia de espacios abiertos; a nivel urbano los diseñadores destinan áreas residuales a los niños, un ejemplo es el espacio libre debajo de los puentes automovilísticos o los camellos, los cuales se acondicionan con mobiliario y áreas verdes, para ser utilizados por los niños y jóvenes.

Lo anterior, no significa que el diseñador es el único responsable de este escenario, las causas son de dominio conocido, no obstante, es compromiso de él proponer soluciones reales a las nuevas necesidades espaciales de los niños. Contrario al niño urbano que se agazapa en la vivienda, el niño de la calle se adapta a espacios urbanos abiertos como la plaza, la calle, el parque, explanadas, mercados de diferentes puntos de la ciudad, incluso en sub-estaciones de luz. Lo más preocupante es que el niño vive en un ambiente de violencia que le crea emociones complejas y conflictivas. Del mismo modo, se producen problemas sociales porque los espacios utilizados por ellos son áreas de tránsito inseguro para la población.

El niño de la calle recurre a la drogadicción y al alcoholismo como vías de escape y resistencia a todas sus carencias. Estudios realizados por dos ramas de la psicología, la Infantil y la urbana [11] han demostrado que los niños de la calle presentan mayor resistencia a los reforzadores negativos que brinda el ambiente; lo que causa dolor a un niño de familia no lo causa en el niño de la calle [12].



Fotografía 2.



Fotografía 3. Periódico "El Universal


Las nuevas opciones de espacios de los niños

Anteriormente, espacios como: la plaza, la calle, el parque, el patio, jugaron un papel muy importante en la vida de los niños, sin embargo, debido a las condiciones de vida actuales, surgen otros espacios dominados por los efectos visuales y la tecnología de punta, estos espacios ofrecen emociones pasajeras a los niños con un mínimo de esfuerzo, algunos de ellos, en la ciudad de México son: la ciudad de los niños ubicada en el Centro Comercial Santa Fe o Parques de Diversión como Six Flags, Divertido, La Feria de Chapultepec. El rechazo a este tipo de espacios, más que una negación al avance en que vivimos, es una protesta a las consecuencias de la privación del aspecto lúdico en los niños. Psicológicamente, el juego es una necesidad que influye en el desarrollo cognoscitivo del infante, lo prepara para la madurez. El juego es el medio por el cual aprende a relacionarse con el mundo, es la oportunidad de enfrentar sus emociones.

"Lo importante para el desarrollo de la personalidad del niño,
es el efecto que produce en su mente el juego,
especialmente cuando a través de la función simbólica
se liga a los contenidos del inconsciente".
Guido Macias-Valadez, 1999).

Hay solución?



Fotografía 4. Cecilia Posada

La reducción de espacios físicos disponibles para los niños en la ciudad es evidente; sin embargo, el reto al que se enfrenta el diseñador es encontrar nuevas alternativas de espacios para ellos. El problema no es de dinero sino de creatividad. Una manera de abordar el problema es desde la academia, fomentando el empleo de métodos y técnicas que encaminen al conocimiento de las necesidades y características del usuario, con la finalidad de integrarlos al proyecto arquitectónico [13], tal como lo hacen algunos arquitectos europeos, quienes desarrollan sus proyectos con base a una investigación permanente, el empleo de los métodos nos acerca al problema con cierto grado de certeza y sobre todo, proporciona las bases para fundamentar el proyecto.

Por otra parte, ya en la práctica es necesario estrechar la relación usuario-arquitecto, debemos implicarlo en el proceso del diseño ya sea indirecta o directamente, en la arquitectura pública es importante considerar los posibles perfiles del usuario que frecuentarán el espacio, en la arquitectura privada, cualquier decisión debe adaptarse al gusto y costumbre de los usuarios. Finalmente planteo la necesidad expresada por el Dr. Marcos Mejía, respecto a considerar la creación de una reglamentación de espacios para niños, así como existe para discapacitados.

Notas

1. Bachelard Gastón, "La Poética del Espacio", México: FCE, 2005.
2. Kudin Muriel, Salas Rodríguez, "Una experiencia de vida a través de un espacio para los niños y niñas de la calle", México: Universidad Iberoamericana, 1997, p.28
3. Conferencia, "Los espacios del hombre: Megalópolis" México: UIA.
4. Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, "Convención sobre los derechos del niño", Cuarta edición. CDHEM, SECBSGEM UNICEF. México, 1994.
5. Ídem.
6. El término Sinomorfia es cuando el comportamiento humano armoniza con el ambiente. Correcta interacción del medio y el individuo con sus factores fisiológicos, psicológicos y demás.
7. Coreno Rodríguez, Víctor citando a Dubos. Sem. Temas Selectos.- Psicología Urbana Ambiental, UNAM, Abril 1999.
8. Urbina Soria J., "Diseño Ambiental Psicológico", p. 5. Recuperado de: www.posgrado.unam.mx/publicaciones/ant_omnia/11/04.pdf
9. Ídem.
10. Flores Marini, "instalaciones Infantiles en el espacio Urbano", p. 24. Recuperado de: www.revistaelbuho.com/articolo.php?act=articolo&id_articolo.
11. Holahan Charles J., "Psicología Ambiental. Un enfoque general", Argentina: Limusa, 1978.
12. Holahan, op. cit., p.31.
13. El término completo es "Métodos y técnicas en el conocimiento y caracterización del usuario, en los procesos del proyecto arquitectónico y su integración en la producción de la Arquitectura Europea" de la autoría de la Dra. en Arq. Consuelo Farías de Van Rosmalen.

Imágenes y fotografías: Cortesía del autor.


Bibliografía

Bachelard Gastón, "La Poética del Espacio", México: FCE, 2005.
Coreno Rodríguez, Ortiz Leticia, "Seminario de Temas Selectos, Psicología Urbana Ambiental", Apuntes, UNAM, Abril 1999.
Conferencia, "Los espacios del hombre: Megalópolis" México: UIA.
Flores Marini, "instalaciones Infantiles en el espacio Urbano". Recuperado de: www.revistaelbuho.com/articolo.php?act=articolo&id_articolo.
Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia. Convención sobre los derechos del niño. Cuarta edición. CDHEM, SECBSGEM UNICEF. México, 1994.
Holahan Charles J., "Psicología Ambiental. Un enfoque general", Argentina: Limusa, 1978.
Kudin Muriel, Salas Rodríguez, "Una experiencia de vida a través de un espacio para los niños y niñas de la calle", México: Universidad Iberoamericana, 1997.
Urbina Soria J., "Diseño Ambiental Psicológico". Recuperado de: www.posgrado.unam.mx/publicaciones/ant_omnia/11/04.pdf

Norma Guadalupe Martínez Arzate