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La sabiduría del héroe
Jorge Anibal Manrique Prieto
4:7 Sabiduría ante todo; adquiere sabiduría;
y sobre todas tus posesiones adquiere inteligencia.
4:8 Engrandécela, y ella te engrandecerá;
ella te honrará, cuando tú la hayas abrazado [1].La intensión de este ensayo no es idolatrar a nadie, solamente se tratará de reconocer algunos de los valores del héroe que Cassirer narra en las lecciones de Thomas Carlyle sobre el culto del héroe, tercera parte de su libro "el mito del estado". El héroe al que se referirá este documento es el hombre que propició la existencia del edificio de la biblioteca Virgilio Barco, en la ciudad de Bogotá. El héroe de esta historia, así como lo menciona Carlyle, reúne los valores de muchos otros héroe que lo antecedieron o contemporáneos a él. Héroes de los cuales supo discernir su sabiduría, semilla que aunque fue sembrada muchos años atrás e incluso siglos , fructifica hoy como una de las más sublimes aportaciones a la arquitectura y a la cultura colombiana.
Comenta Carlyle "no podemos prescindir de Shakespeare. (…) Shakespeare no pasa, permanece siempre con nosotros", [2] hablando de este escritor como un prototipo de héroe. Hoy también es inevitable prescindir de Le Corbusier a la hora de hablar de la arquitectura de nuestro tiempo, como también desde ahora y seguramente por mucho tiempo será imprescindible en Colombia y aun en Latinoamérica evocar al héroe detrás de la biblioteca Virgilio barco.
Nuestro personaje se caracterizó por hacer de su oficio prácticamente una religión que vivió intensamente y le permitió con dedicación llegar a dar muy buenos frutos en su actividad creativa. Carlely cometa que para el héroe es imprescindible tener intensidad en el sentimiento que lo mueve [3], como lo evidencia inclusive la obra de grandes arquitectos como Louis Khan, la cual es el resultado de mucho tiempo de dedicación, de ver el oficio de la arquitectura con deseo e intensidad.
"Lo que constituye el carácter del héroe según la teoría de Carlylees la rara y feliz unión de todas las fuerzas creadoras y constructivas del hombre" [4]. Cómo no recordar con ello a los grandes maestros de la arquitectura renacentista que viven en la memoria de nuestro héroe; Filipo Brunelleschi que inauguró el Renacimiento italiano en Florencia, Andrea Palladio con su síntesis teórico práctica, y la virtud creativa presente en la iglesia de San Carlos de las cuatro fuentes, en roma, del gran maestro barroco, Borromini [5].
El héroe de la Virgilio barco aprendió de Pierre Francastel (historiador y crítico de arte francés) la sinceridad; el no callar cuando se tiene que decir la verdad sobre ti mismo y sobre los demás [6]. Aprendió también a respetar la libertad de los demás e incluso de la misma naturaleza [7], valores que el arquitecto finlandés Alvar Aalto, logró proyectar desde su profundo ser a la arquitectura. La claridad del pensamiento, la gran energía en la acción y una gran fuerza de voluntad [8] fueron los valores de un extraordinario arquitecto colombiano del cual nuestro héroe también aprendió. Fernando Martínez Sanabria, nacido en España, amó con pasión a Colombia; desde muy temprano se apartó del funcionalismo, del racionalismo y de muchos ostros "ismos" de la arquitectura, para proponer una arquitectura del lugar, una arquitectura topológica, como manifestación de la cultura colombiana.
Fueron las virtudes de este maestro las que nuestro héroe tomo como suyas para seguir adelante como un profeta de la arquitectura respetuosa del espíritu del lugar en Colombia. Como prototipo de profeta, el héroe de la Virgilio Barco, se divisa como "gigante entre los hombres circundantes, por su fuerza material y espiritual" y hace parte de los "promotores de la cultura humana" [9] como lo ha sido uno de su más cercanos amigos, que con sus escritos en un abrir y cerrar de ojos cautivó a más de treinta millones de personas en todo el mundo, sumergiéndolas en el realismo mágico en el cual se suele vivir en Colombia; amigo valeroso y con gran aura, Gabriel García Márquez.
Dentro del héroe que se ha venido analizando, existe también un gran sentido por lo social, es un hombre en esencia político. Carlyle, para describir esta parte del héroe dice: "el visionario, cuyo pensamiento formulado en palabras despierta la soñolienta capacidad de todos para el pensamiento (…) el pensamiento si es profundo, sincero y autentico tiene la fuerza de hacer maravillas [10]". Maravillas como la proyección y construcción de la biblioteca Virgilio Barco.
La biblioteca es producto también de la gestión de dirigentes políticos y líderes comunitarios que, aunque hoy con esta precaria investigación no se les pueda reconocer claramente, fueron los que vislumbraron el proyecto de red de bibliotecas de Bogotá (dentro del cual se fecunda el proyecto de la Biblioteca Virgilio Barco), como una estrategia para fortalecer la cultura y las relaciones interpersonales entre los ciudadanos.
Existe una virtud que el héroe de la biblioteca Virgilio Barco quiso mantener hasta el último día de su existencia física, virtud aprendida de su padre y que Cassirer interpretando a Carlyle describe así: "Este es el hombre que vive entre las cosas, no entre la exhibición de las cosas" [11]. Su padre fue el que lo impulsó, el que trabajó tras nuestro héroe para que él pudiera ser quien fue más adelante; el que por sus medios lo relacionó con Le Corbusier, lo envío a Europa y le motivó su búsqueda personal. En pocas palabras de todos los héroes que se han mencionado éste es el que más cerca y más respaldo le dio a nuestro héroe; lo más curioso es que son pocas las líneas que le dan el crédito que se merece, tal vez porque él nunca buscó un reconocimiento, solamente trabajó.
Finalmente, dice otro proverbio "Oirá el sabio, y aumentará el saber, y el entendido adquirirá consejo" [12]. Rogelio Salmona, el héroe de la Biblioteca Virgilio Barco, oyó el consejo de todos los héroes mencionados anteriormente y de muchos otros más. Se convirtió en un sabio con los años, y esa sabiduría hoy le da grandeza de llegar a ser considerado un héroe; de la arquitectura, la cultura y porque no decirlo, de la sociedad Colombiana.
Notas
1. La Santa Biblia, Libro de los Proverbios cap. 4, vrs. 7 y 8; versión reina Valera, 1960, p. 833.
2. Cassirer, Ernst, "El mito del estado", México: FCE, p. 263
3 Cassirer, op. cit., p. 259
4. Cassirer, op. cit., p. 258
5. Téllez, Germán, "Rogelio Salmona obra completa: 1959/2005", Bogotá: Escala, 2006, pp. 159 y 160.
6. Cassirer, op. cit., p. 256
7. Cassirer, op. cit., p. 253
8. Cassirer, op. cit., p. 257
9. Cassirer, op. cit., p. 255
10. Cassirer, op. cit., p. 257
11. Ídem
12. La Santa Biblia, Libro de los Proverbios cap. 1 vrs. 5 y 6; versión reina Valera, 1960, p. 831.
Bibliografía
Cassirer, Ernst, "El mito del estado", México: FCE.
Téllez, Germán, "Rogelio Salmona obra completa: 1959/2005", Bogotá: Escala, 2006.