Dimas Lidio Pitty

Estudió en la Universidad de Panamá y en Santiago de Chile, y residió en México, como exiliado político durante algunos años en la década del 70. Luego actuó de corresponsal en Panamá y Centroamérica de un diario mexicano.
Reconocido por la crítica como poeta egregio, premiado en 1979, ha sido, sin embargo, en la narrativa donde ha logrado sus mayores triunfos. Enrique Jaramillo Levy, escritor panameño, dice sobre La casa Muda:

"El problema planteado en ´La casa Muda´ adquiere dimensiones universales..., pues es el problema del vendedor ambulante, de esos que hay miles en las grandes ciudades, quien no logra convencer a nadie, aquel a quien nadie toma en serio. Superficialmente, éste es el tema. Pero hay mucho más. Parado frente a una puerta inmutable, tocando un timbre que ni siquiera parece tener resonancia, oyendo caer la lluvia a sus espaldas, su angustia se sale de lo patético para hacerce historia. No puede soportar la idea de que se le ignore totalmente, que se niegue su mismísima existencia. La crisis de soledad, de humillación, de soledad absoluta, hace mella en sus emociones ya desgastadas y se reconcentra en el desdén intencionado que esa puerta infranqueable representa. Esto no es posible soportarlo. Lo importante ya no es vender sino que le abran, que reconozcan su presencia como ser humano, que lo liberen del anonimato cruel que lo ahoga. Enemigos son todos los que se rehusan a enfrentarse a sus súplicas. Y en la sorpresa lógica del final, está destilado todo el significado que nos llega a travpes de los comentarios de los vecinos perplejos.El horrible drama de la soledad [que asfixia lentamente a muchos seres humanos en los hostiles espacios de la vida urbana contemporánea] queda desnudo ante el lector como causa de la angustia vital que atormenta al personaje, esa angustia incomunicable que corroe a pesar de las más modernas formas de la comunicación internacional".